El arte de coleccionar miniaturas…una pasión

Los amantes de los autos prueban que coleccionar miniaturas puede ser una pasión. Según el diccionario, una colección es el conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interés o valor.
Existen colecciones de todo tipo pero en el caso de los autos en miniatura es una pasión que se extiende por todo el mundo y que se inició como parte de la industria juguetear.
Marcas como Solido, Matchbox y Dinky Toys en Europa o Hot Wheels en Estados Unidos empezaron fabricando autos de juguete y con el tiempo estos se empezaron a coleccionar, convirtiendo en una pasión global, debido a la afición mundial por el automóvil.
Luego en la década del 80 nacieron una serie de empresas cuyo objetivo era fabricar miniaturas a escala para coleccionar, donde la más conocida es la italiana Bburago. Estos fabricantes se concentraron en la producción de replicas exactas en metal de autos existentes, alejándose un poco de los fabricantes de juguetes, que no veían como algo primordial estar apegados a la exactitud de un modelo, creando incluso muchos que no existían en la realidad como es el caso de muchos de los hechos por Mattel.
Existen entre los coleccionistas dos reglas, no escritas pero bastante comunes. Una es coleccionar de acuerdo a una escala y la otra por marca o tipo de vehículo.
Entre las primeras, podemos encontrar cuatro escalas bastante comunes, entendiendo por escala la comparación en tamaño contra el modelo real. Así una escala 1: 2 significa que el modelo es la mitad del real, o una escala 1: 50 significa que es cincuenta veces más pequeño que el original. Volviendo a las escalas, en automóviles las más comunes son: 1: 18, 1: 24, 1: 43 y 1: 87.
Las más buscadas por el coleccionista ocasional o por aquellos que gustan de exhibirlos en vitrinas es la 1:18 pues permiten ver mucho detalle en las maquetas. Sin embargo, los coleccionistas de arraigo, prefieren la 1: 43, que desde siempre se ha considerado como una especie de escala para profesionales del coleccionista, al punto de que esas maquetas son por lo general más caras que las grandes en escala 1: 18.
Otro tipo de coleccionista es atraído por una marca o hasta por un modelo específico, como es el caso del periodista colombiano José Clopatofski, que colecciona únicamente Ferrari, o de Jorge Blassi, que tiene una pasión tal por el Volkswagen Escarabajo, que acumula más de 300 en todos los tamaños y colores. Aunque hay casos como el de Arnold Henríquez, que tiene en su haber una impresionante colección de autos anteriores a la segunda Guerra Mundial o del presentador de televisión guatemalteco Nestor Larrazabal, que colecciona desde hace más de 10 años, autos participantes en la Carrera Panamericana.
Son muchos los coleccionistas, desde aquel que tiene unos pocos para mostrar en una vitrina, hasta los que tienen habitaciones especiales para sus autos. No hay limites para el coleccionista y prueba de ello es que de acuerdo a varios lugares en Internet especializados en miniaturas, el mayor coleccionista del mundo es un ortopedia americano, quien en 2009 contabilizaba 3,079 autos en su colección.
Como dijimos, los coleccionistas son de muchos tipos, pero tiene algo en común. Son movidos por la pasión.