Goodwood. Festival de la velocidad

Por: A. Egger. Lord March inició en 1993 una tradición en su propiedad, que marca el inicio de los eventos a motor del verano inglés. Con el Festival de la Velocidad, se recuerda la época gloriosas de los primeros años de las carreras de autos en Gran Bretaña, donde el circuito de Goodwood acogía todo tipo de competencias a motor.
Actualmente el evento con una duración de tres días, no utiliza el viejo circuito, sino un recorrido de 1.86 kilómetros, que pasa frente al castillo y que se inscribe como «subida de montaña» para obtener los permisos necesarios para la parte de competición que se realiza. Aunque esta es probablemente la más vista y la que más atractivo tiene para los medios, alrededor de ella se realizan toda una serie de actividades, igualmente importantes.
Es tradición que en la entrada se haga una escultura, con vehículos de la marca homenajeada, por lo que este año el artista Gerry Judah, se lució poniendo el Mazda 787B ganador de Le Mans, junto al concepto LM55 Vision Gran Turismo, en la punta de la escultura, apuntando hacia el cielo, a 40 metros del piso. Para su construcción se necesitaron 120 toneladas de acero con 418 vigas colocadas en diferente ángulo.
Sorprendentemente y a pesar de que la marca homenajeada era Mazda, al pie de la escultura estaba el llamado monstruo de Turín, un Fiat S76, que se usó en 1911 para lograr un récord de velocidad. Este auto con un motor de 28.5 litros, posteriormente haría su recorrido por el circuito, escupiendo fuego por sus cortos escapes y con un ruido ensordecedor.
Aunque para el espectador promedio, la parte competitiva, parece algo desordenada, hay un itinerario a seguir, con horarios y tipos de vehículo, bien especificado, que inicia el viernes. El problema es que en cada sesión cronometrada de 50 minutos, tenemos varios tipos de autos haciendo sus pasadas, así la primera sesión mezclaba autos de pre guerra, Mercedes Benz 300 SL, autos de carreras de resistencia de los años 20 y 30, Fórmulas de los años 50 y Renault Alpine. El primer auto en la pista, fue un Mazda Miata nuevo, manejado nada menos que por Lord March, que recorrió el poco más de una milla con el acelerador a fondo, desde el banderazo de salida. otro famoso que intentó lo mismo pero con suerte adversa, fue el actual poseedor del récord de velocidad en tierra, Angy Green, quien participaba en el grupo de los súper autos en un jaguar, cuando se salió en Molecomb, dañando fuertemente el auto y su ego.
Tras una exhibición aérea por parte de los Red Arrows, el viernes iniciaba la subasta de autos de Bonhams, una de las más esperadas del año. La estrel;la de la subasta de este año fue un raro Aston Martin Ulster LM19, de 1935, vendido por 2.9 millones de Libras Esterlinas a un coleccionista europeo, uno de los pagos más altos por un auto británico de pre guerra. pero ese no fue el único auto por el que se pagó una gran suma de dinero, pues un Porsche RS-61 Spyder, de propiedad de Sir Sterling Moss cambió de manos a cambio de 1.9 millones de Libras, un Mercedes Benz CLK GTR de 1998 alcanzó en la puja más de 1.5 millones de Libras y un Porsche 911S comprado nuevo por el Padre del Pop Art, Richard Harris en 1973, se vendió en 393,500 Libras
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Otro de los eventos más esperados cada año es el Concours d´Elegance Cartier Style et Luxus. En esta ocasión el vencedor llegó proveniente del Museo Peter Mullin en California y a pesar de que era un favorito entre las estrellas de Hollywood, inicialmente fue del piloto inglés Woolf Barnato. El ganador, un Talbot Lago T150 de 1937, fue presentado como «un auto sin un solo ángulo malo» por el juez principal y es uno de los 14 autos carrozados por Figoni et Falaschi, sobre ese chasis. En otros premios, el Eagle Speedster de 2011, ganó como Clásico Moderno, el Jaguar XJ220 prototipo de 1991, como el mejor del Club 200 mph, un Ferrari 500 Superfast de 1965, como el Mejor Ferrari y un Citroen DS19 de 1957, como a Diosa del Camino.
Más súper carros y autos exóticos de los que jamás se hayan visto en un solo lugar, se dieron cita en el Michelin Supercar Paddock, o al menos eso rezaba el anuncio. Sin embargo, es muy posible que haya sido real, pues en un espacio amplio estaban reunidos más caballos de los que jamás hayan tenido los establos del Duque de Earl, propietario original de Goodwood. Allí fue posible ver toda la gama de Lamborghini, que al lado de autos como el Lykan dejaban de ser exóticos, para convertirse en comunes. De entre las novedades destacó el Sin R1, un auto de fibra de carbón, mecánica de Corvette con 540 HP y precio de Porsche 911. También se pudo apreciar el BMW i8 o el Porsche 918, que luego tendrían oportunidad de demostrar lo que un auto híbrido o uno puramente eléctrico pueden hacer en tiempo, contra los súper deportivos actuales.
La popularidad del evento que atrae a 200,000 espectadores, es motivo por el que la presencia de las marcas esté garantizada, con stand impresionantes en los jardines junto al castillo. En ellos se realizaron presentaciones importantes. A destacar la hecha por Peugeot, que aprovechó para mostrar el 308 GTi by Peugeot Sport, un auto con un motor 1.6 turbo con 272 HP y el radical 308 R Hybrid que desarrolla 500 HP, ambos autos recorrieron la pista manejados por Gregory Guilvert, quien también llevó a la pista el 404 Diesel, poseedor de 40 récords de resistencia en los años 60. Por su parte Infiniti tenía un stand futurista de alta tecnología, donde Al twittear #GlimpseQ30, el espectáculo de luces mostraban el perfil del Q30 mediante el envío de una LED azul a través de su silueta, aunque sin mostrar completamente el auto. Infiniti quiso zanjar las especulaciones de que Red Bull dejaría de usar los motores de otra de las marcas del grupo con la presencia de Christian Horner, Director del equipo Infiniti Red Bull Racing quien realizó una sesión de preguntas y respuestas con los asistentes. Por su parte Nissan mostró en su stand el Juke R.
Uno de los atractivos de este evento, es que uno puede acercarse a muchos de los pilotos y celebridades, en un ambiente muy distendido, por lo que no nos extraño encontrarnos con un muy sonreído Kimi Raikkonen o que en la presentación de Nico Rosberg en el stand de Mercedes Benz, terminara con el público cantándole el Cumpleaños Feliz, con motivo de su 30 cumpleaños. Ellos y otros pilotos actuales estuvieron recorriendo el circuito con Fórmula 1, de anteriores años, pues ciertas regulaciones de FIA y de FOCA establecen que los autos actuales no pueden presentarse en exhibiciones donde estarán en movimiento.
En años anteriores, alguno de los F1 o de los autos del WEC, se habían llevado el honor de ser los más rápidos en Goodwood, pero este año ha sido un Subaru Impreza, quien se ha llevado la victoria. Olly Clark, hijo del cuatro veces Campeón Británico de Rally, Roger Clark, fue el encargado de manejar el Subaru de 770 HP conocido como Gobstopper II por los 1.86 kilómetros del circuito en un tiempo de 44.91 segundos, superando por casi medio segundo a Philippe Dayraut en el Mitijet Pikes Peak y a Rod Millen en el Toyota Celica Pikes Peak. Aunque fue el más veloz, quedó lejos del récord establecido por Nick Heidfeld en 1999, con un McLaren de F1.
Si en la propiedad de Lord March, se reunieron los autos más exclusivos, en el estacionamiento, los miembros del Goodwood Road Racing Club, dejaron sus autos en el Chicane Paddock, para beneficio de los viandantes, que pudieron apreciar, autos comunes de todas las edades y tamaños, muchos de los cuales se fabricaron en el periodo glorioso de la industria británica. Un aliciente más para regresar nuevamente el próximo año a este festín del automovilismo.