Honda CR-V, La Evolucion Del Lider

Mejorar un modelo exitoso es complicado. No para Honda y menos con el CR-V.
Honda tenía programado remodelar al CR-V cuando pasó el terremoto de Japón, lo que lo obligó a posponer su lanzamiento. Por esto esta vez no han sorprendido a nadie ya que circulaban por Internet fotos del vehículo con camuflaje por meses, lo que nos permitió ver los cambios generales de la carrocería y quedarnos con las ganas de ver los detalles.
Honda no es un fabricante que hace gran cantidad de cambios a la hora de renovar un modelo, sino uno que prefiere mantener lo mejor del modelo y cambiar las cosas que no terminaron de gustar, con lo que cada modelo trae consigo lo que le faltaba al anterior y en este caso eran dos cosas, más espacio interior sobre todo en el baúl y un motor con menor consumo.
Exteriormente este nuevo CR-V mantiene las líneas generales del modelo anterior, con cambios en el frente, que ahora es más puntiagudo,
gracias a la forma de la nueva defensa, sobre la cual se ha colocado una parrilla que une las lámparas, de tal forma que de lejos parece una sola pieza. La forma más fácil de diferenciarlo del anterior CR-V es de lado, pues la nueva forma de las ventanas obliga a un poste trasero con una forma poco común, que la hace ver más grande y que permite que el área de baúl tenga más espacio en altura. Por detrás es completamente diferente con un vidrio más grande y una parte inferior en negro que lo hace ver aun más grande. Para conservar algo de identidad, las lámpras traseras se mantienen en la parte alta de los postes. El toque aventurero se lo dan la parte inferior de las defensas en negro mate y unos protectores plásticos en los arcos de guardafangos en el mismo color.
El interior ha sido cambiado por completo. Lo primero que notamos es el cuadro de instrumentos donde en vez de dos relojes con un centro de información al centro, se ha colocado un gran velocímetro central en cuyo interior tenemos la información de la computadora de a bordo, que incluye una barra gráfica de consumo instantáneo y datos sobre el rango de viaje y el consumo promedio. A la izquierda del velocímetro tenemos el tacómetro y a la derecha la temperatura del refrigerante y la cantidad de gasolina que nos queda. El centro del tablero tiene el equipo de sonido integrado y bajo él los controles del aire acondicionado. La parte superior cuenta con una pantalla con el reloj e información secundaria, aunque en los modelos más equipados tendremos la pantalla de la cámara de retroceso.
Como en el modelo anterior, la palanca de la transmisión va montada muy arriba en la consola. La posición de manejo es de lo mejor, con asientos ajustables y timón que varía su altura y profundidad. Adicionalmente los postes frontales no quitan visibilidad, por lo que uno tiene una sensación de estar en un auto seguro desde el punto de vista de visibilidad. Hacia atrás los postes son muy anchos lo que resta un poco de visión en ciertas maniobras. La ergonomía de Honda es copiada por sus competidores, por eso no es de extrañar que todo esté a la mano y en una posición intuitiva. El timón tiene el tamaño lo que es más importante, el tacto adecuado y en él encontraremos tanto los controles del equipo de sonido como los del cruise control. Ya que tocamos el tema del tacto, hay que decir que han cuidado mucho este aspecto, dotando de una superficie que parece caucho al tocarla a la mayoría de perillas, por eso al cambiar la emisora a la antigua o al ajustar el volumen y la temperatura del aire no sentiremos esa sensación de estar ante un auto barato, sino todo lo contrario.
Entre los SUV pequeños, el CR-V anterior contaba con uno de los asientos más agradables, ya que se podían ajustar en longitud en forma individual y los respaldares tenían varias inclinaciones. En este modelo esto se ha mantenido con la ventaja de que hay más espacio en altura, por la forma del techo que no es tan inclinado. Esto último ha permitido mejorar la altura y el volumen del baúl, en cuyo interior tenemos unas maniguetas, que nos permiten abatir los asientos traseros desde el baúl. Contamos también con una cortinilla para evitar que se vea lo que llevamos en él.
Panamá es uno de los primeros países en disponer del modelo y nosotros el primer medio en poderlo probar a fondo, recorriendo 235 kilómetros en un día. Gracias a la computadora de abordo pudimos determinar nuestro consumo que fue de 40.6 kilómetros por galón y que incluyen un recorrido donde un tercio se hizo en ciudad, en horas pico y el resto en carretera y caminos de tierra. Comparamos la cifra con un test que hicimos hace más de dos años al anterior CR-V y comprobamos que efectivamente el consumo había mejorado y mucho.
Varias son las razones de esto, una de ellas es que la carrocería a pesar de ser más grande, es menos pesada, lo otro es que la transmisión automática pasó de 4 a 5 velocidades y lo otro es un motor más eficiente. Este mantiene la cilindrada y la tecnología i-VTEC, pero con el cambio en los conductos de la inyección y una serie de ajustes en las tolerancias y el tipo de aceite han logrado sacarle 5 HP extra, a la vez que bajaron su sed de gasolina. Para mejorar este punto hay un botón verde con las letras ECON, que al presionarlo cambia el patrón de reglaje de la computadora, afectando el acelerador y la respuesta del motor, logrando bajar el consumo. Además le indica visualmente al conductor si está manejando del modo adecuado, iluminando en verde el borde del velocímetro.
La transmisión tiene además de un cambio adicional una serie de cambios internos que permiten mantener la velocidad en cuesta gracias a poner la marcha adecuada, con lo que se consigue una marcha más suave. Esto lo pudimos comprobar siguiendo a otro auto similar, que cada vez que la inclinación de la carretera variaba tenía que bajar un cambio y nosotros teníamos que estar atentos pues nos acercábamos peligrosamente. Esta nueva CR-V rueda un poco más cerca del suelo, lo que mejora su comportamiento en carretera, ya de por si uno de los puntos a favor del modelo anterior, sin embargo, lo manejamos por caminos de tierra para llegar hasta una urbanización de playa, sin que tuviéramos ningún problema a pesar de que la mayoría de los caminos han sido hechos con una retroexcavadora.
Luego de un viaje como el que hicimos, donde se incluyó todo tipo de caminos, encontramos que hay que quitarse el sombrero con Honda, pues han mejorado mucho un producto que parecía difícil de superar. Fueron muchas horas al volante sin que nos sintiéramos fatigados o aburridos, pues a pesar de manejar la versión más sencilla contamos con gran cantidad de elementos de confort y conveniencia. Eramos unos enamorados de la CR-V anterior, por su calidad, fiabilidad, manejo y belleza. Con esta hemos quedado aun más enamorados, pues han mejorado todo aquello que no nos terminaba de convencer en el modelo anterior.