KNOX 1911. El vehículo mas antiguo de Panamá

Dos años y casi 20,000 dólares tomó la restauración del vehículo más antiguo que existe en nuestro país. El Knox de 1911 es propiedad del Cuerpo de Bomberos de Panamá y parte de una colección de camiones antiguos que deben preservarse para la posteridad, como parte de nuestra historia y bagaje cultural.
Aunque hay mucha gente que piensa que el Cuerpo de Bomberos se creó posteriormente a la independencia y con el apoyo de los norteamericanos, la realidad es que el Cuerpo de Bomberos de Panamá se fundó en 1887, siendo su primer comandante don Ricardo Arango.
El 5 de diciembre de 1911, llegaban al Istmo dos bombas pedidas por el Gobierno Nacional, una de ellas comprada a la empresa estadounidense Knox, que cuenta con un motor de 6 cilindros con 60 caballos de fuerza y una velocidad máxima de 45 milas por hora. Contaba además con un pitón con dos bocas en la parte superior desde donde podían arrojarse hasta 700 galones de agua por minuto a una presión de 300 libras. Era el primer camión de bomberos que tenía el país ya que el otro vehículo que había llegado con la Knox, nombre con la que se le ha llamado desde entonces, era un camión que transportaba hombres, mangueras y extintores. Como nota curiosa hay que hacer notar que Panamá fue uno de los primeros países en contar con un vehículo como la Knox, pues ni siquiera en la Zona del Canal tenían algo similar, pues los equipos que ellos tenían eran tirados por caballos. Aparentemente un Knox, con las mismas especificaciones fue vendido al Gobierno de Costa Rica, donde se conoce a esa bomba como La Gemela.
La Knox era en esos años el vehículo más impresionante en el Istmo y sirvió tanto para sofocar incendios como auto fúnebre de grandes personalidades, como en la muerte de Don Domingo Díaz, del ex Presidente Eusebio A. Morales y luego en 1942 en el sepelio del Doctor Belisario Porras, aunque también cumplió esas funciones durante los sepelios de varios Comandantes de Bomberos como José Gabriel Duque.
No hay recuento de cuando dejó de usarse, pero desde fines de los años 80 se encontraba en el Cuartel de La Sabana, en Vía España, donde empezó a deteriorarse por el paso del tiempo
Hace dos años, los bomberos le solicitaron al Taller de Noly la posibilidad de restaurar el vehículo, dada su experiencia con los autos de colección, pero al no disponer de fondos para el trabajo, el propietario de la empresa los puso y consiguió un aporte de ASSA Compañía de Seguros. Fue así que se inició la restauración.
A la hora de reparar el motor se dieron cuenta que no era el mismo con el que vino originalmente, pues en la actualidad cuenta con un 8 cilindros en línea de origen Packard. Más investigaciones llegaron a esclarecer que dicho motor fue donado por Florencio Carlos Herbruger que lo sacó de un automóvil que ya no usaba, cuando el motor original de la Knox se danó
Acompañamos al propietario del Taller Noly, quien se encargó de la restauración a visitar a la Knox, que desde que fue devuelta a sus propietarios ha sido usada en un par de exhibiciones, entre ellas la que recientemente conmemoró el centenario de la explosión del Polvorín y nos explicó que hubo que reparar el motor, la transmisión y todo el equipo de bombeo de agua, rehacer toda la madera cromar las partes que originalmente venían en ese material, fabricar algunas piezas, entre ellas una de las llantas y pintar nuevamente todo el vehículo.
El resultado final impresiona y la Knox ha vuelto al esplendor que debió tener al momento de su llegada a Panamá hace más de 100 años. Mucho se preguntarán para que restaurarla si ya no sirve para su función inicial, pero es como conservar la primera bandera patria o el original de la declaración de independencia. Eso no nos hace más panameños, pero es parte de lo que fuimos y por tanto de lo que somos como nación y esas cosas debemos preservarlas para futuras generaciones.