Lexus RC350, escultura rodante

Fiel a la tradición de auto de lujo, sin descuidar el tema prestaciones. El cliente que busca un coupe de lujo, tiene por lo general más de 50 años y anda en busca de imagen más que otra cosa. Con el RC350, Lexus, ofrece una excelente mezcla de estilo y prestaciones, capaz de satisfacer al cliente más orientado a lo primero, aunque sin olvidarse de lo segundo, con una carrocería muy esculpida y unas formas agresivas.
Sobre todo cuando lo vemos de frente, el RC350 es impresionante con esa enorme parrilla que parece que se traga el pavimento. Lateralmente podemos ver los diferentes planos que forman el frente de los nuevos Lexus, que le dan un aspecto muy moderno y agresivo, al punto de que hará creer a cualquiera que se trata de un auto muy veloz, sobre todo porque los pasos de ruedas colaboran a ese aspecto, que también se proyecta en la parte trasera, con unas salidas decorativas en la parte inferior y con las dos salidas de escape.
La parte mecánica parte de un motor V6 de 3.5 litros con 306 HP, cuya entrega es progresiva más no intrusiva, con lo que tenemos un 0-100 en el rango de los 5 segundos altos, que no está nada mal, pero mientras algunos de sus competidores entregan el torque de un solo golpe, en el caso del RC350 es muy controlado, al punto de que tenemos que mirar el velocímetro para darnos cuenta de que vamos realmente rápido y que acelera a la par de sus competidores. Esa sensación se debe en parte a lo bien aislado del exterior que está su cabina, pues mientras afuera el rugido del motor se oye alto y claro, adentro es un mínimo ronroneo.
Otro elemento que contribuye a esa sensación de progresividad es la transmisión automática, que tiene 8 velocidades, con lo que podemos tener buena aceleración y no sentirla mientras asciende de velocidad, ni siquiera cuando la manejamos en modo manual o en el modo sport.
Uno de los fuertes de Lexus es su interior y en el caso del RC han tomado uno de sus diseños más logrados, el del IS y con unos pocos cambios lo han adaptado al RC, aunque colocando un nuevo tipo de control para el sistema multimedia, que Lexus conoce como : Lexus Remote Touch Interface, que consta de una superficie táctil que va cambiando la información de la pantalla central de 7 pulgadas. El sistema es fácil de usar y no hay que ser muy tecnológico para entenderlo a la primera.
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También en la consola encontramos un mando giratorio, que permite tener tres modos de manejo, uno normal, uno económico y uno deportivo. Cuando ponemos este último, en la pantallita entre los dos relojes de la instrumentación se cambia una barra azul por una roja y cuando manejamos en modo económico aparece una luz verde mientras manejamos con pie ligero y desaparece apenas se nos va el pie en aceleración.
Los asientos son muy cómodos, con excelente sujeción lateral y ajustes eléctricos, para los delanteros que tienen unos acabados de alta costura. Lexus vende el RC como un 4 puestos pero es más bien un 2+2, donde atrás el espacio es más apropiado para niños que para adultos. En mi caso, con 6 pies de altura, atrás toco el techo con la cabeza y casi no tengo espacio para las piernas. Pero esto me pasa también con casi todos sus competidores.
El baúl sin ser nada del otro mundo, cumple bien con su función y caben dos bolsas de golf sin problemas.
Otro ejemplo de tecnología actual lo tenemos en los controles del aire acondicionado dual, que funcionan deslizando el dedo. El resto del equipamiento es moderno y de buena calidad, con la calidad de acabados característicos de Lexus, con algunos detalles fuera de lugar, como los botones para los alza vidrios o el acabado externo del equipo de sonido, que se ven muy bien en un Toyota pero no en un Lexus. De lo demás del equipamiento no hay queja y hay que darle una nota muy alta al equipo de sonido cortesía de Mark Levinson. Y en cuanto a seguridad, tenemos un total de 8 bolsas de aire, pues hay dos para las rodillas de los ocupantes de las plazas frontales.
Mientras sus competidores crean los coupé sobre plataformas de sedán, en Lexus usan una plataforma a base de tres partes de tres autos, donde el piso y los estribos provienen del IS convertible, la arquitectura trasera es del IS y la parte frontal con toda la suspensión es del GS. El resultado es una auto con una gran rigidez estructural, con cero ruidos parasitos y un andar muy bien plantado.
La suspensión cumple a la perfección, entregando una suavidad de marcha excelente sobre cualquier superficie. A pesar de esto es un auto que invita a ser manejado fuerte, pues aunque no tiene la dureza de suspensión de sus competidores europeos, ofrece poca inclinación de carrocería y un balance excelente, en parte porque tenemos tracción trasera.
Los frenos son muy buenos, con discos a las 4 ruedas y toda clase de ayudas electrónicas y lo mismo podemos decir de la dirección que tiene asistencia eléctrica pero mucha retroalimentación de lo que pasa bajo las ruedas.
Este es un auto para ser visto, con una carrocería más que llamativa, un interior de lujo, que permite ir con nuestros hijos ( o nietos) y un motor con unas prestaciones adecuadas aunque no extraordinarias. Básicamente lo que la mayoría de adultos cincuentones busca en un auto de estos.