MGB, deportivo ingles de 4 velocidades

Aunque la marca del octágono, tiene una tradición de muchos años y una serie de modelos que han cautivado a los amantes del automovilismo, ninguno ha logrado el entusiasmo que despierta el MGB
Si el MGA había sido el nuevo estándar de lo que un auto deportivo debía ser en 1955, el auto que lo sustituyera debía tener más sofisticación, un mayor confort y mejores prestaciones, para hacerle frente a una competencia incipiente y a los gustos cambiantes del aficionado de principios de los 60. Para empezar se eliminaba el chasis y el MGB era el segundo auto de la marca en tener carrocería autoportante tras el lanzamiento del Midget, lo que traía una serie de ventajas tanto en el manejo como en la solidez del auto. El motor y la transmisión salieron directamente del anterior modelo, pero se aumento el desplazamiento del motor con loA que se ganaba en caballaje y se alcanzaba un número mágico para los deportivos de esa era, las 100 millas por hora de velocidad máxima.
Siguiendo la tradición de mejorar el producto con los años, el MGB fue mejorando desde su introducción en 1962 y ya para 1967 se le hacían su primer cambio importante con una nueva transmisión de 4 velocidades, todas sincronizadas y la adición de una versión con 6 cilindros llamada MGC.
En 1970 se producía otro cambio importante, con un cambio de parrilla, nuevas luces traseras y la incorporación de ruedas Rostyle de metal en vez de las ruedas de rayos, que se mantenían como opción.
En 1974 los cambios en las reglas de seguridad en Estados Unidos, obligaban a cambiar las defensas de metal por unas plásticas capaces de soportar impactos a 5 kph, con lo que desaparecía la parrilla frontal, para a fines de 1980 cancelar la producción. Tras 18 años y 399,070 unidades fabricadas, el final del MGB, suponía también el final de la marca como fabricante de deportivos y de Abingdon como planta. No sería hasta 1993, que Rover Group, dueño de la marca decidiría fabricar nuevamente un deportivo con la marca MG, pero el auto fue un fracaso y menos de 2,000 se vendieron.
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Tras el timón
Su actual dueño recibió hace poco este auto como regalo de su padre que lo compró a un aficionado que lo había importado unos años atrás de California. Buscando confiabilidad el sistema eléctrico ha sido actualizado, pero el resto del auto se conserva en estado original, con muchos elementos a los que se les nota el paso del tiempo.
Este MGB fue fabricado en los primeros meses de 1974, por lo que fue uno de los últimos en tener las defensas cromadas.
Por la amistad que tenemos con su propietario, nos permitió manejarlo para esta nota y encontramos que se trata de un auto básico, con los elementos característicos de muchos deportivos de la época, como son ruidos y vibraciones debidas a la poca resistencia a la flexión de una carrocería convertible, un motor ágil, no tanto por su excesiva potencia, pues solo cuenta con 98 HP, sino más bien por el poco peso del vehículo, lo que le confiere una interesante relación peso/potencia.
El interior nos muestra un delgado tablero con relojes Smiths, cinco en total, agrupados frente al conductor. Una ancha consola separa los dos puestos en los que hay unos asientos bastante cómodos aunque con mínima sujeción lateral. La visibilidad es escasa, con un parabrisas pequeño y un espejo central, que es más un obstáculo en curvas que una ayuda. Debido al clima inglés muy propenso a la lluvia, tres limpiaparabrisas se encargan de esa función.
Con frenos de disco adelante y tambores traseros, era uno de los más adelantados de su época, pero duros y con poco tacto, por lo que son mucho menos eficientes que cualquier auto económico actual. Una suspensión con eje rígido trasero y doble A delantera, con llantas delgadas, era lo común en los 60, con un mayor enfoque a prestaciones que a comodidad, por lo que es algo dura a pesar de que en curvas la carrocería se inclina bastante.
No hay dirección, ni frenos asistidos, por lo que se requiere bastante esfuerzo para manejarlo a baja velocidad, aunque en alta la cosa cambia. El motor tiene buen empuje y con 12.5 segundos para el 0-100 era considerado un auto rápido incluso en los 70. La transmisión es de 4 velocidades, todas sincronizadas, que se manejan con suavidad y precisión, aunque al tener la reversa hacia abajo es común que «rasque» al bajar de tercera a segunda
En términos actuales es algo primitivo y falto de los elementos básicos de comodidad, pero su manejo nos recuerda nuestros primeros pininos tras el volante, con un auto con una agilidad difícil de encontrar en nuestros días, con una simplicidad mecánica encomiable pero con un atractivo que se ha mantenido a través de los años y lo hacen el MG más coleccionado de la marca.