Shell lanza un aceite derivado del gas natural

Tras 40 años de investigación y desarrollo, Shell lanza un aceite derivado del gas natural. Shell, una de las empresas proveedoras de energía más grandes del mundo, la segunda petrolera más grande en tamaño y una de las empresas más valiosas del planeta, cuenta en Houston con un Centro Tecnológico, al que nos ha invitado junto a un grupo de medios de Centroamérica y El Caribe.
Este es uno de los tres centros tecnológicos que tiene la empresa y el más grande. Ubicado en las afueras de Houston, el Centro Tecnológico, que se inauguró en 1975, cuenta con 44 edificios ubicados en un área de 80 hectáreas. Aquí trabajan más de 2,000 científicos que crean productos como el nuevo aceite sintético a base de gas natural, un producto que llega al público tanto bajo la marca Shell como Pennzoil, pues está última es también propiedad de Shell. Trabajan además en otros proyectos relacionados con biotecnología y desarrollo de nuevos combustibles, entre otros.
Shell se ha caracterizado por desarrollar proyectos complejos o a gran escala en los puntos más remotos del planeta, por lo que sus centros de desarrollo han estado en constante expansión. El de Houston, recibió una ampliación recientemente, donde se añadió más espacio y se agrandaron los laboratorios.
Hemos sido invitados a conocer como se desarrolla el nuevo aceite Pure Plus, aunque como todo centro de desarrollo de productos, los laboratorios son secretos y a pesar de que se nos permitió visitarlos no se puede filmar ni tomar fotografías.
En el tema lubricantes, Shell es el líder con más de un 12 por ciento de participación de mercado, un 2 por ciento por encima de su meás cercano competidor. En el desarrollo de sus aceites colaboran con los fabricantes de autos, por lo que tienen más de 4,000 aprobaciones de uso por parte de ellos, colaboran también con la industria y con la aviación.
El aceite que usamos en nuestros automóviles, está compuesto de un aceite base, que es entre el 70 y el 90 por ciento del producto y un 10 a 30 por ciento de aditivos, que pueden ser detergentes, dispersantes, antioxidantes, modificadores de fricción, inhibidores, antidesgastantes y mejoradores de viscosidad. El aceite base, puede ser tanto convencional como sintético.
Estos últimos tienen la ventaja de poder fluir más rápido a bajas temperaturas, tener menor probabilidad de vaporizarse o evaporarse a alta temperatura, mejorar la estabilidad al resistir mejor la rotura molecular causada por el oxigeno a alta temperatura y los aditivos tienen mejores prestaciones. Este tipo de aceites han permitido desarrollar los motores de baja fricción que usan la mayor parte de los fabricantes y el desarrollo de aceites multigrados que arrancan en 0W.
Shell empezó a trabajar en aplicaciones con gas natural en su laboratorio de Amsterdam en 1973 y en la actualidad todos sus productos de este elemento vienen de Qatar. Su nuevo aceite es parte de un proceso que ya cuenta con 3,500 patentes y que a través de tres pasos: Gasificación, Hydrocracking y Síntesis, se convierten en combustibles, kerosén y aceites base. Muchos de los productos que usamos han sido desarrollados con esa tecnología incluyendo detergentes comunes y algunos tipos de químicos. También el kerosén GTL aprobado para uso en aviación comercial, cierto tipo de velas y ahora los aceites Pure Plus, más ingredientes para otros lubricantes de Shell y Pennzoil.
Mucha gente se pregunta que están pagando al comprar sintéticos. Después de todo los aceites de motor parecen todos iguales. En términos simples, el aceite base de motor convencional ha sido refinado, de modo que tiene muchas impurezas, mientras que la base del aceite sintético ha pasado por un proceso químico adicional, de modo que sus moléculas son más uniformes con mejores propiedades. El aceite convencional es como piedras, moléculas de diferentes tamaños y formas de moléculas con muchas variaciones. Por otro lado el aceite sintético es como canicas, moléculas más uniformes con mejores propiedades. Si las ponemos en un envase veremos que mientras hay muchos espacios entre las piedras hay muy poco entre las canicas, ese espacio equivale a las impurezas.
La ingeniero Shanna Simmons nos dio una analogía simple de como entender esa diferencia. “Imaginen, que el aceite crudo es como un río lodoso y tomo agua de ese río y la filtro. Aun habrá impurezas en el agua. Sin embargo, si condenso agua del vapor, el agua que tendré de ese vapor será más pura que el agua que saqué del río lodoso. De la misma manera, el aceite de base, hecho de gas natural es más puro que el hecho de aceite base que solo ha sido refinado del petróleo.”
El aceite hecho con base de gas natural o Pure Plus, ofrece una serie de ventajas sobre el sintético, sin un costo adicional, técnicamente hablamos de menos evaporación del aceite, mejor estabilidad a alta temperatura y mejor flujo a baja temperatura, con lo que el motor funciona en forma más eficiente, minimizando el desgaste.
La mayoría de fabricantes, ya empezó a exigir el uso de aceite sintético en los autos actuales y la tendencia va en aumento, por lo que Shell ve a futuro con este producto, pues en menos de 10 años los lubricantes sintéticos dominarán el mercado y el suyo, será el de mejor calidad.