Triumph Boneville, clasico y moderno
Un símbolo de rebelión se moderniza. Bonneville es un lago saldo en Estados Unidos donde desde hace años se realizan pruebas para romper los récords de velocidad.
Triumph nombró a una de sus motos de 1959 con ese nombre y por más de una década fue la moto de alta cilindrada más vendida en Gran Bretaña. En la actualidad Triumph fabrica una
moto con este nombre, que por estética nos recuerda al modelo original y que va destinada a todos los nostálgicos de los 60, de allí que gran parte de su atractivo sea una apariencia retro, que se acentúa con el doble tomo de la pintura del tanque de gasolina y los protectores para las rodillas.
Esta moto ha servido de base para una serie de modelos, de los que el T100 es el modelo más equipado, pese a que la denominación 100 era originalmente porque podía llegar a las 100 millas por hora.
El motor de dos cilindros en paralelo tiene 865 cc y a pesar de que parece que tiene carburadores ofrece un moderno sistema de inyección escondido detrás de unos cobertores que imitan a los carburadores. Otros detalles clásicos en el motor, son una serie de cobertores cromados y un sistema de escape con un silenciador por lado.
La suspensión también es al estilo de hace medio siglo con los amortiguadores traseros por afuera del chasis y una horquilla delantera que podría pasar por antigua, pero en ambos casos esconden amortiguadores KYB de última generación.
Aunque la Bonneville tiene ruedas modernas, la versión T100 usa rayos, lo que ayuda a hacerla ver antigua, lo que a simple vista no se ve antiguo es el enorme freno de disco delantero de 310 mm con pinzas flotantes y dos pistones. Atrás el disco es de 255 mm con el mismo tipo de pinzas que adelante.
El manejo de la Bonneville es diferente a muchas de las motos actuales, pues se maneja más con el cuerpo que con el timón. Al ser una moto ligera, es fácil de controlar a la vez de ser muy ágil y maniobrable, incluso a baja velocidad por lo que se puede usar con toda confianza entre nuestro tráfico, aunque donde realmente se disfruta en en una carretera con algo de curvas.
Acostumbrados al sonido de las motos actuales, está suena algo anémica pero así sonaban las motos de antaño. Lo que si es muy moderno es el nivel de vibración del motor que casi no se siente, especialmente a un rango intermedio de revoluciones, que es donde meas lo usaremos.
Uno va sentado bastante erguido y al tener un asiento largo, podemos acomodarnos con mucha facilidad, pudiendo tener las piernas en una posición muy cómoda. Uno podría pensar de que con las llantas delgadas que tiene, no se puede uno inclinar mucho en curvas. Nada más equivocado, pues al tener el centro de gravedad bajo uno se sorprende de lo mucho que puede llegar a bajar la moto en curvas sin perder agarre, lo que explica la fascinación de mucha gente con las motos antiguas. Comparada con las motos más modernas, la Boneville es algo básica y pesar de no ser una moto de altas prestaciones, sus 68 HP le permiten dar sorpresas. A pesar de esto es una moto que se ha diseñado para ser una reiterpretación de lo que eran las motos de antaño y como ellas se ha buscado que el aire de nostalgia sea tanto visual como de sensaciones, lo que la hace única.
