Hyundai renueva por completo a uno de sus superventas

La marca coreana renovó a finales del año pasado uno de sus sedanes más vendidos, el Elantra y apenas un trimestre después ya desembarca en Panamá, como modelo 2017.
Hyundai tiene una difícil tarea, pues el anterior Elantra vendió el año pasado más de 700,000 unidades en todo el mundo. Tarea de por si ardua ya que no es un retoque estético, pues la plataforma es completamente nueva, con mayor distancia entre ejes, más ancha y con una nueva estructura de acero de alta resistencia que lo hace más liviano pero más seguro.
Exteriormente mantiene el diseño elaborado del modelo anterior, pero ahora afilan las líneas y lo dotan del nuevo frente corporativo, con una parrilla hexagonal y grandes lámparas, lo que le da un cierto aire de fortaleza, que se acentúa con la decoración de las luces diurnas y las halógenas. Mientras el frente ha permitido mejorar la aerodinámica, la parte trasera ayuda aun más en ese aspecto con la forma de la tapa del baúl que forma un pequeño labio superior, mientras que la defensa es más baja que en el anterior modelo. Toda una serie de detalles colaboran con algo en esa mejora aerodinámica, que no solo ayuda a disminuir el consumo sino que elimina mucho ruido.
El interior también es nuevo, con materiales que sin ser los de un auto premium si son de buena calidad, con una serie de detalles que no encontraremos en autos similares, como ajuste en altura para el asiento del conductor y un timón que se ajusta en altura y profundidad.
La cabina es amplia y el diseño del tablero ayuda a tener una mayor sensación de espacio pues no se cierra en torno al conductor, sino levemente.
Los asientos tienen un nuevo diseño y su dureza ha aumentado, al punto de que llegan a ser incomodos después de un par de horas en ellos. Atrás el incremento en la distancia entre ejes, ha servido para que tengamos más espacio para las piernas. El baúl tiene buen tamaño y cuenta con una apertura central en el respaldo del asiento para llevar objetos largos.
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Lo que no ha cambiado ha sido el motor, pues a pesar de que en otros mercados se venderá con un motor de 2.0 litros e incluso con un 1.4 turbo, para mercados como el nuestro, que por competencia y geografía no justifican los motores grandes, se ha mantenido el 1.6 de 126 HP, que podrá venir con transmisión manual de 6 velocidades o una automática también de 6, con opción de manejo manual.
Para Panamá, tendremos dos versiones, una más sencilla que la que les mostramos y esta que viene más equipada. El precio empieza en los 18,500 para la versión básica de cambios y llega a los 22,200 de la versión que les mostramos. La mayor diferencia en equipamiento es que la versión Plus, tiene rines de 16 pulgadas en vez de copas de 15, cuenta con sensores de retroceso, salida de 12 voltios y un puerto USB, la llave tiene apertura remota, las viseras cuentan con espejo y luz, mejores frenos y bolsa de aire para el conductor. Esto último nos parece escaso, si lo comparamos con autos de su precio y tamaño.
Al tener una plataforma más rígida, con un 40 por ciento más uniones estructurales que en el modelo anterior, el manejo ha mejorado y el auto se siente mas aplomado, lo que da una mayor sensación de seguridad. Esto se debe mayormente a que la rigidez del chasís ha aumentado en un 23 por ciento sobre el modelo que sustituye.
Aunque la versión más sencilla tiene tambores traseros, la versión que probamos tenía frenos de disco en las cuatro ruedas, con ABS. Fáciles de modular y con distancias de parada adecuadas.
La dirección tiene asistencia eléctrica y ofrece un radio de giro bastante corto, lo que se agradece en ciudad, pero a alta velocidad nos hubiera gustado un poco mas de retroalimentación.
La suspensión mantiene el esquema de la anterior, con McPherson adelante y una barra de torsión atrás. Ofrece una buena dosis de confort, aguanta bastante bien los huecos de ciertas carreteras y un uso limitado sobre carreteras de tierra, mas que nada por la poca altura al piso. Es un compromiso bien logrado, pues estamos ante un auto familiar sin pretensiones de ser un deportivo, sino un medio de transportarnos del punto A al B, con un buen grado de comodidad y con un interior espacioso.
El nuevo Elantra es mejor en todos sentidos frente al anterior y esto ha hecho que el precio suba. A pesar de que en equipamiento nos hubiera gustado más, creemos que por garantía y confiabilidad, seguirá siendo un competidor de peso en su segmento.