AUDI Q3 SPORTBACK. BUSCANDO AL CLIENTE JOVEN

La última adición a la familia Audi en Panamá, ofrece una imagen coupé, pero incluye muchas mejoras que apuntan a un cliente distinto al del Q3.
Presentado a finales del año pasado en Frankfurt, el Q3 Sportback es la última adición de la marca en Panamá. Se trata de una versión más deportiva y con algo más de equipamiento de la Q3 regular.
El segmento de SUV compactos, es el de mayor crecimiento en el mundo y dentro de él hay un pequeño nicho que ocupan los de aspecto coupé, que ya llegan a ser un 15 por ciento del mercado mundial. De allí que en Audi hayan aplicado ese estilo a todos sus SUV y el Q3 ha sido la última adición.
Básicamente todas las dimensiones principales se mantienen y el frente es casi el mismo, a excepción de unas entradas más grandes para refrigeración de frenos y una parrilla completamente negra. Pero será de lado y por detrás donde ambos Q3 son diferentes, con el Sportback, con un frente más vertical, una línea de cintura más marcada y baja, un techo más bajo e inclinado en la parte trasera que obliga a un rediseño completo del poste C, con lo que tenemos una parte trasera más larga, con un ángulo de salida más grande. Estos cambios le dan una imagen diferente, algo más juvenil y con la sensación visual de que es más grande, cuando la realidad es que es 1.6 centímetros más largo y casi 3 más bajo. Un detalle interesante, es que el importador ha decidido instalarle rines de 19 pulgadas, con lo que el auto se ve más interesante.
La parte trasera es completamente distinta y se ha aplicado una serie de cambios en la defensa, para que se parezca a la delantera. Como dato curioso, el escape va completamente oculto en un auto de imagen deportiva, “cosas veredes Sancho”.
El interior ofrece espacio para cinco, con todas las dimensiones de longitud y ajustes de asientos, idénticas a las del Q3, lo que quiere decir que hay buen espacio aun en un auto de dimensiones compactas.
El tablero está orientado hacia el conductor, con un cuadro de instrumentos digital, como lo que nos tiene acostumbrados Audi y que ahora ha traspasado a sus modelos más económicos. La configuración de la instrumentación se puede variar y mediante un botón en el timón, tener toda una serie de información de consumos. La pantalla central está integrada sobre un marco negro piano, que da la sensación de un mayor tamaño. En la pantalla tenemos el equipo de sonido Symphony con lector de CD, tarjeta SD, MP3 y WMA, que suena casi como una sala de concierto, cámara de retroceso, Bluetooth y una serie de aplicaciones y ajustes del vehículo. En este último tenemos el Audi Drive Select con cuatro modos de manejo y uno individual. Uno de esos modos va marcado como “offroad”, lo que puede llevar a confusión, pues este modelo es tracción delantera y por ahora no hay quattro disponible en Panamá.
Loa asientos, en cuero, son increíblemente cómodos y con buena sujeción lateral. El del conductor tiene ajustes eléctricos, mientras que los del acompañante son manuales.
El asiento trasero va dividido en tres partes, cuyo respaldar puede abatirse individualmente, pero para ir cómodos, solo dos asientos son útiles para un adulto. En mi caso, que mido 1.80 metros no tuve problemas para sentarme atrás, pero uno de nuestros probadores, que tiene 8 centímetros más de altura, tocó con la cabeza en el techo y también con las rodillas en el respaldar.
Uno de los atractivos, del Q3 Sportback es su iluminación interna, que se aprecia realmente solo de noche. Desde la pantalla central podemos cambiar tanto los colores como la intensidad, obteniendo un ambiente interior al gusto de cada quien y pudiendo cambiarlo si variamos nuestro estado de ánimo.
Según fábrica el espacio de baúl es el mismo que en el Q3, con lo que podremos llevar varias maletas sin mayor problema. El espacio está bien aprovechado con dos pequeños depósitos laterales. Debajo de la bandeja tenemos una llanta de repuesto temporal, cuyo interior se aprovecha para montar un subwoofer para el equipo de sonido.
Nos acomodamos en el asiento, pulsamos el botón de arranque y salimos a probarlo. La sensación es de estar manejando un vehículo alto, con buena visibilidad al frente, pero algo restringida hacia atrás
De serie ofrece la suspensión deportiva, que es opcional en el Q3, con lo que se tiene una mayor sensación de estabilidad. Gracias a una buena altura al piso, pudimos aventurarnos brevemente por un camino de tierra, sin tener que preocuparnos por los baches y desniveles, pues la suspensión se encarga de absorber bien esas imperfecciones y además tenemos buena altura al piso.
El manejo de este Audi es algo especial, con una precisión que no vamos a encontrar en la competencia y una combinación entre confort y deportivismo, que sabrá apreciar cualquier aficionado a manejar rápido.
El motor es el conocido 1.4 TFSI, de 150 HP, unido a una transmisión automática S Tronic de 7 velocidades, que puede manejarse en modo manual con unas levas tras el timón. Gracias a la nueva transmisión es un poco más frugal en consumo que el Q3 regular, que probamos el año pasado.
Por su tamaño se mueve como pez en el agua en ciudad, donde el torque del motor se aprovecha en todo momento pues alcanza el máximo a las 1,500 rpm y lo mantiene hasta las 3,500 vueltas, que es el rango más usado en ciudad. Adicionalmente contamos con el Audi Hold Assist, que nos permitirá no tener que mantener el pie en el freno cuando nos detenemos en un semáforo o en los tranques.
En carretera o autopista, tampoco desentona, pues con una velocidad tope de 201 km/h a la velocidad máxima que permiten nuestras autoridades, vamos con el motor muy descansado y si necesitamos adelantar, el motor reacciona rápido y la transmisión también, con lo que ese tipo de maniobras se hacen sin sobresaltos.
Audi nuevamente nos sorprendió, con un modelo que en principio no parecía muy diferente al Q3 que ya conocíamos, pero que en la realidad es algo distinto y sobre todo enfocado a otro tipo de cliente, que busca un manejo con más acento deportivo.