STIRLING MOSS, El campeón sin título.

El 12 de abril dejaba de existir uno de los mejores pilotos de Fórmula 1. Rápido, como pocos, buscado por los mejores equipos, pero que nunca pudo ser campeón mundial.
Stirling Moss nació en Londres, el 17 de septiembre de 1929. Su padre, Alfred Moss también había sido corredor de autos y en 1924 terminó en el puesto 16 en las 500 Millas de Indianapolis. En 1948 abandonaba la hípica por el automovilismo, a pesar de la oposición de sus padres y empezaba una carrera de éxitos, que le permitirían a los 21 años ganar su primera competencia internacional, el RAC Tourist Trophy en Irlanda del Norte., carrera que volvería a ganar al año siguiente. Esa primera victoria, lo ponía en el ojo de las principales escuderías de esos años, entre ellos Ferrari, que lo tendría en su equipo de Fórmula 2, para algunas carreras.
En 1953, el director de Mercedes Benz, Alfred Neubauer, le sugirió comprar un Maserati y entrar en el campeonato del 54 con la idea de ver si realmente valía la pena tenerlo en su equipo. Moss compró un Maserati 250 F y a pesar de no haber terminado ninguna carrera del campeonato, debido a la fragilidad mecánica del auto italiano, impresionó tanto a Neubauer, que lo contrató para su equipo para el campeonato de 1955.
British Grand Prix in Aintree, July 16, 1955. Winner Stirling Moss (start number 12) racing at the wheel of his Mercedes-Benz W 196 R monoposto.
La contratación de Neubauer, rendía frutos de inmediato, con dos segundos puestos en los primero grandes premios del año y luego con una victoria en las Mille Miglia con un Mercedes 300 SLR. Su quinta carrera con Mercedes, era en casa y en clasificación batía a Fangio por la “pole”. Ya en carrera, el argentino era el líder las dos primeras vueltas, pero sería superado por Moss. Fangio recuperaba 15 vueltas más tarde la punta para volverla a perder ante un decidido Moss. Fangio presionaría hasta el final, donde intentó batir al británico en la última curva, llegando a la meta separados por dos décimas de segundo. Era la primera victoria de Moss en un Grand Prix, una que lo llenaría de dudas hasta el fin de sus días, pues pensaba que Fangio lo había dejado ganar. Al punto de entregarle la corona de laurel. Moss le preguntaría después a Fangio si lo había dejado ganar a lo que el argentino respondió: “no, realmente estabas en forma hoy”. Al final de ese año Fangio era campeón y Moss sub campeón.
British Grand Prix, 1955: Winner Stirling Moss and runner-up Juan Manuel Fangio on the winners’ podium.
A pesar de ganar el campeonato de F1, Mercedes Benz ya había tomado la decisión de abandonar las carreras tras el trágico accidente en Le Mans de 1955, con lo que el duo fango Moss se deshizo, pasando el primero a Ferrari y el segundo a Maserati. Nuevamente la rivalidad con el argentino es notoria y al terminar el año, Fangio se lleva su cuarto campeonato y Moss es nuevamente segundo.
En 1957 Fangio se va a Maserati y Moss, por un tema de patriotismo, firma para Vanwall con quien vuelve a ser subcampeón detrás de Fangio. Al año siguiente Moss empezaba ganado el Gran Premio de Argentina en un Cooper, pero para la temporada europea volvía a Vanwall con quien terminaría segundo tras Mike Hawthorn, que se retiraba apenas ganaba el campeonato. En 1959 corría 6 carreras para Cooper y dos con BRM, terminando tercero en el campeonato. Al año siguiente era piloto oficial del equipo de Rob Walker, tanto en carreras sport como en las de fórmula, en la categoría mayor corría tanto con autos Cooper como Lotus, terminando el campeonato en tercera posición aunque con victoria en Mónaco.
En 1961, la Formula 1 cambiaba a motores de 1.5 litros y Moss continuaba con Rob Walker Racing y un Lotus 18, con el que ganaba tanto en Mónaco como en Alemania, terminando nuevamente en tercer lugar en el campeonato.
En 1962 y nuevamente con Rob Walker, tenía un grave accidente en Goodwood en una prueba no válida para el campeonato. Estaba intentando adelantar a Graham Hill, cuando su Lotus piso la hierba y patinó chocando contra un terraplén. Los rescatistas demoraron media hora en poderlo sacar de los restos del auto y sufrió graves golpes en la cabeza que lo mantuvieron en coma por un mes y paralizado por medio año. Era el segundo accidente grave que sufría, el primero había sido en Spa, dos años antes cuando se rompió las dos piernas en la práctica para el Gran Premio de Bélgica.
Luego de esto, intentó volver a correr tan pronto pudo, presionado por la prensa, que ansiaba el retorno de un inglés a los primeros lugares de F1, pero tras una práctica decidió abandonar la competición, pues aunque había marcado los mismos tiempos que hacía un año, sentía que había perdido la naturalidad de reacciones y ahora debía pensar que hacer en cada momento.
Era el final deportivo de un personaje, que en 2000 sería nombrado “Caballero” por la reina de Inglaterra, que no solo brilló en la Fórmula 1, sino en las carreras para autos sport, con victorias en Le Mans, Targa Florio y Mille Miglia.
En Fórmula 1, corrió 66 Grandes Premios, ganó 16 en los 10 años que estuvo activo y fue cuatro veces sub campeón y tres veces tercero.
Un piloto que fue fue fiel hasta el final a su creencia en que más vale ser “un piloto que prefiere perder conduciendo rápido que otro que prefiere ganar conduciendo lentamente”.