LEXUS LS 500h. ¿MANEJARLO O DE PASAJERO?

Estoy tras el volante del buque insignia de Lexus, mientras me masajean la espalda. Es una sensación agradable después de un vuelo de más de 8 horas, hasta Chile, que me relaja. Suficiente con la espalda. Lo que realmente necesito es aflojar los músculos de la base del cuello. Un toque a la pantalla en la consola y listo. La verdad es demasiado intenso como para disfrutarlo y manejar al mismo tiempo, así que lo desconecto y me concentro en disfrutar un auto enorme, pero con la agilidad de un sedán mediano.
El Lexus LS 500h, tiene un largo de 5.235 metros, es por lo tanto un rival para autos como el Audi A8, el BMW Serie 7 o el Mercedes Clase S, en sus versiones de chasis largo. Como es un auto destinado a ser auto de empresa para alguno de los jefazos, tiene dos butacas en la parte trasera con más movimiento que las frontales y la parte central se puede usar como centro de trabajo o entretenimiento, pues al bajar el respaldar tenemos una pantalla táctil desde donde se manejan toda una serie de sistemas de entretenimiento o comunicación. Para mayor comodidad del jefe, un botón, en la pantalla, retrae el asiento frontal derecho completamente hacia adelante, así puede estirar completamente las piernas. Obviamente si las delanteras disponen de masaje, los traseros también los tienen, con los mismos niveles de los frontales y también con calefacción y aire acondicionado.
Lexus ha querido diferenciarse de sus rivales alemanes, en los detalles del interior, propios de la artesanía Takumi, con toda una serie de elementos en la decoración de las puertas y tablero muy elaborados y originales, al punto de tener vidrio Kiriko en las puertas o hacer que el cinturón de seguridad se acerque para que el movimiento del brazo sea menor.
Aunque algunos «jefes» son «flashy» la mayoría prefieren pasar desapercibidos, como si esto fuera posible en un auto como este, por ello hay 6 persianas eléctricas laterales y una trasera.
Nos detenemos en el camino a tomar fotos y es allí cuando noto que el auto eleva su suspensión, para que tengamos un acceso más cómodo. Luego al arrancarlo la suspensión vuelve a bajar.
La ruta que nos lleva a Puerto Orday, nos permite recorrer la mitad del Lago Llanquihue en medio de paisajes espectaculares bajo la tutela del Volcán Osorno, que aparece constantemente entre los árboles. Es el paisaje apropiado para un auto ecológico, pues cuenta con una motorización híbrida, que en modo eléctrico solo funciona a baja velocidad, pero que normalmente se usa para darle un extra a la potencia al V6 de 3.5 litros, para que tenga prestaciones de V8 sin afectar el consumo.
Es un auto agradable de manejar, con una suspensión con amortiguadores de aire, que mantiene al auto paralelo al piso en curvas y que absorbe cualquier desnivel del camino, para que tengamos la sensación de que vamos volando a ras del suelo. A pesar de que la ruta tiene gran cantidad de curvas y cambios de elevación, la sensación es por demás placentera y vamos bastante más rápido de lo que parece y si no fuera por el enorme proyector de datos en el parabrisas que nos indica la velocidad, parece que vamos muchos más despacio.
Me impresionó el sistema de mantenimiento de carril, que funciona incluso con las líneas muy despintadas o sin linea lateral, pues el sistema de cámaras lee donde termina el asfalto y empieza la tierra.
Aunque un auto destinado a un jefazo, no necesita reacciones de deportivo, el Lexus han instalado un control electrónico que permite 6 modos de manejo, incluyendo uno totalmente eléctrico y dos enfocados a prestaciones: Sport S y Sport S+. En este último se pasan los 100 km/h con salida parada en 5.4 segundos y eso que tiene transmisión CVT.
Este es un auto exclusivo, que la fábrica solo puede producir en cantidades limitadas, pues mucho de su interior es totalmente artesanal, por lo que solo está disponible para mercados selectos, donde haya un potencial de ventas que justifique su venta. Lamentablemente Panamá no entra en esa categoría, por lo que nos estamos perdiendo un tremendo auto.