AUDI TT RS

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RAPIDÍSIMO

Esta versión del TT, le sacará siempre una sonrisa con su potente motor de 400 HP, aceleraciones de infarto y un férreo aplomo en curvas, pero también por toda la tecnología disponible, aun con el auto inmóvil.

Los diseñadores de autos de carreras, no piensan tanto en potencia bruta sino en la relación peso potencia. Audi tiene una larga tradición en competición por lo que de esa crucial relación saben lo suyo, por eso no sorprende que a un auto como el TT que apenas pesa un poco más de 1,500 kilos le hayan instalado un motor al que le han podido sacar 400 HP. El resultado es un modelo que pasa de los 300 km/h y hace el 0-100 en 3.7 segundos, pero además se puede usar a diario.

Al igual que en la anterior generación del TT, para la versión RS se sigue utilizando el motor de 5 cilindros y 2.5 litros, el mismo que se ha ganado ocho veces seguidas el Motor del Año, pero para alcanzar los 400 HP, han tenido que cambiar por completo la mayoría de elementos internos del motor e incluso el material con el que se hace, pues ahora es completamente en aluminio. Los pistones tienen canales de refrigeración por donde circula aceite, el cigüeñal se ha alivianado, el turbo sopla a mayor presión y el intercooler es más grande. Por si eso no fuera poco, se le ha instalado en sistema de inyección exclusivo de la marca con un sistema dual, que inyecta combustible en la cámara de combustión y el el colector de admisión, con lo que se consigue mayor eficiencia.

Gracias a la transmisión de doble cluch, S-Tronic y 7 velocidades, tenemos los primeros tres cambios muy cortos, lo que nos ayuda a acelerar rápidamente y una séptima larga con la que alcanzar una velocidad final muy alta pero que además nos da un bajo consumo a velocidad de autopista.

Puestos a cambiar cosas, en Audi decidieron hacerle una serie de mejoras al sistema de tracción quattro, integrando al sistema de manejo dinámico Audi Drive Select, que con un botón en el timón permite tener 4 modos de manejo: Comfort, Auto, Dynamic e Individual.

Aunque el habitáculo del TT es muy deportivo, los ingenieros de Audi pensaron que era necesario dotarlo de unos mejores asientos, que conservaran los ajustes eléctricos pero a la vez fueran más livianos, y que el timón en cuero se veía muy bien, pero que en alcantara el conductor tendría una superficie con más fricción, lo que le ayudaría a sentir más control. El Audi Virtual Cockpit debía ser de serie, pues en un RS es necesario conocer la fuerza G que generamos en aceleración o en curvas y que no iba a estar completo sin un equipo de entretenimiento de primera, por esto la unidad probada tenía bocinas Bang and Oluffsen y el equipo de sonido Simphony, que permite conexiono Bluetooth con cualquier celular inteligente. Adicionalmente la decoración de la consola es en fibra de carbón y los pedales son de aluminio. Tenemos también un botón en la consola que permite cambiar el sonido del escape, con lo que podemos pasar desapercibidos en el tráfico o sonar como auto de carreras en zonas deshabitadas, pues la verdad es que ruge duro al punto que en un túnel o entre edificios, no pasa desapercibido.

Exteriormente había que diferenciarlo de la versión normal, por lo incluye ciertos elementos distintivos, como los rines de 20 pulgadas, una parrilla con diferente diseño, unas mayores entradas de aire en la defensa frontal, escapes ovalados dobles y luces delanteras y traseras en LED. Por último tenemos un spoiler trasero que cambia de posición en forma automática y un par de colores exclusivos, como el gris Nardo de nuestra unidad de prueba.

Un reconocido fabricante de llantas dice que potencia sin control no es nada y en Audi se tomaron esto al pie de la letra, mejorando la suspensión del TT (algo que no parece posible) con amortiguadores magnéticos, que de acuerdo al programa seleccionado en el Audi Drive Select varían su dureza, con lo que podemos tener un andar cómodo, para cuando vamos en plan tranquilo y uno muy deportivo cuando elegimos el Dynamic, donde es posible sentir todas las imperfecciones del camino, por pequeñas que sean, pero convierten al TT en una máquina precisa, divertida y altamente adictiva.

La explosión de potencia llega apenas se pisa el acelerador, pero a mitad de rango es cuando empieza a empujar de verdad. La verdad es que ni siquiera un Porsche 911 GTS puede acelerar tan rápido como el TT RS. En zonas de curvas uno levanta el pie del acelerador por prudencia, pero la sensación es de que se podrían tomar con confianza sin bajar la velocidad, pues el agarre que confiere la tracción individual a las cuatro ruedas es altísimo.

Los frenos también exclusivos del RS, son extremadamente eficaces, al punto que hay que frenar mirando el retrovisor, sino es posible que al auto que nos sigue termine estampado contra el nuestro. Obviamente en un auto de esta categoría tenemos todas las ayudas electrónicas disponibles, junto con el programa de control de estabilidad y tracción.

A nuestro gusto, no hay nada en la gama Audi que supere al TT RS en prestaciones e imagen, a excepción del R8 y difícilmente encontraremos otro auto con el que compararlo en la competencia. Es un auto de capricho, aunque las dos plazas traseras son habitables para niños, pero que lo tiene todo: una plataforma increíble con una suspensión fuera de serie, una dirección muy precisa, unos frenos como pocos y un motor que empuja todo el tiempo con un sonido maravilloso. ¿Qué más se puede pedir?