DESFILE DE LAS FLORES

Desde 1996, en Medellín, como parte de la Feria de las Flores, se realiza por la ciudad el desfile de autos antiguos, un evento que este año fue la edición numero 26 y se realizo el sábado 5 de agosto.
El evento reviste tal importancia y está tan bien organizado, que FIVA (Federación internacional de Vehículos Antiguos) lo ha incluido dentro de su calendario de actividades, desde este año.
El periódico El Colombiano fue el impulsor inicial del desfile y por ello cada año, este ha partido desde su sede en Avenida Las Vegas, con un recorrido, que en esta edición amplió su trayecto para incluir los municipios de Sabaneta y Envigado.
Desde temprano el estacionamiento de El Colombiano se llena de autos con más de 35 años y personas ataviadas como lo hacía la gente en el pasado. Y es que parte del atractivo del desfile es ver que en cada auto hay personas vestidas a la usanza del año del auto, así podemos encontrar gente muy elegante, como de los años 30, campesinos con sus trajes tradicionales de la primera mitad del siglo XX o hippies de los 70.
Para participar, los organizadores, la Fundación Museo del Transporte de Antioquia, hace una pre selección de los más de mil autos inscritos y de acuerdo al tema elegido cada año, se eligen los vehículos que más representen ese tema, que este año fue autos utilitarios. De los autos inscritos se seleccionan 280, que deben estar en perfectas condiciones de carrocería y mecánica. Luego estos se ordenan de acuerdo a su edad, con los más nuevos partiendo adelante, detrás de los camiones de los patrocinadores, y los más antiguos al final. A cada auto se le asigna un número y con ese número deben estacionarse en su lugar en los patios de El Colombiano, para salir en orden numérico a completar el trayecto que los llevará hasta la Universidad EAFIT, donde acaba el recorrido.
Cada año se toma un tema, para la elección de los autos del desfile y este año el tema era: autos utilitarios, es decir los autos de trabajo, que formaron parte del transporte de carga y pasajeros, más los vehículos de uso del estado, como carros de bomberos, ambulancias, ejercito, etc. Junto a esos, que fueron el grupo mayoritario, se sumaron autos de pasajeros y deportivos.
Medellín acoge el desfile, como algo muy suyo, que ya forma parte de su cultura y se vuelca a las calles a observar el recorrido de cientos de autos y motos, en orden y con respeto hacia los participantes, mientras el museo rodante avanza en un recorrido que puede llegar a durar cuatro horas, y que, como en esta ocasión, tuvo calor, sol y lluvia. Pero la afición del antioqueño por lo que consideran parte de su acerbo cultural, no tuvo en cuenta las condiciones cambiantes del clima y aguardó estoicamente a que todos los autos hubieran completado el recorrido.
Fotos: Wulf Richter G @rollart.vc