HYUNDAI SANTA FE

MAYORIA DE EDAD
Tras haber vendido más de 4 millones de unidades de las tres anteriores generaciones, la nueva Santa Fe ha sufrido una remodelación que mejora aspectos como carrocería, habitabilidad, seguridad y equipamiento.
A poco menos de medio año de su presentación oficial, llega a Panamá la nueva Santa Fe, que para nuestro mercado dispone de tres versiones: una 4×2 de dos filas de asientos, tapicería de tela, rines 18 y equipamiento estándar. Una 4×4, con tres filas de asientos, rines 18, 6 bolsas de aire, tapicería en tela y equipamiento mediano y por último la versión GLS, que es la que probamos, con el máximo equipamiento, aunque con tracción 4×2.
Los autos entran por los ojos y esto lo sabe bien Hyundai que ha visto crecer sus ventas tras romper con un estilo muy tradicional y volverse atrevidos. La nueva Santa Fe tiene un exterior renovado, más moderno, con la nueva parrilla tridimensional, unas luces diurnas de LED muy delgadas y el grupo principal en la defensa. Atrás también tenemos LED en las lámparas, que van separadas de las direccionales. Lateralmente destaca una linea de cintura muy marcada y que recorre el auto de punta a punta. Las dimensiones han crecido ligeramente contra la versión anterior, que también ofrecía una versión larga con tres filas de asientos. A destacar el enorme techo de vidrio que equipa la versión más equipada y cuya parte delantera se abre eléctricamente.
El interior es mucho más moderno que el exterior, con un tablero en tres niveles que se integra con los paneles de las puertas. Todo el trabajo de diseño y ejecución está muy bien hecho y con una calidad que sorprende en un auto de este precio, con acabados de primera, materiales agradables al tacto y con toda la parte superior incluyendo el techo forrado en tela de muy buena calidad.
Con un tablero tan elaborado hubiéramos pensado que la consola iba a ser más atrevida, pero se han ido por lo tradicional, con un espacio para el celular, que se carga por inducción, junto a una serie de puertos, la palanca de cambios, los portavasos, el control de modos de manejo, el de los sensores de aproximación y otro para las cámaras.
Contamos con tres filas de asientos, todas en cuero, con las primeras con regulación eléctrica y una forma que brinda confort y sujeción. La fila central, que tiene ajuste longitudinal y de respaldar y la tercera fila, que va completamente escondida y que usa un sistema de tirador manual para abrirla. Unos botones en la parte trasera permiten mover el asiento central hacia adelante para poder salir y también unos en el asiento frontal, permiten que quien va en la segunda fila lo pueda mover. En general hay espacio para quien se siente en la tercera fila con la condición que no sea alto y que tenga la colaboración de quienes vayan en la segunda fila. Con las tres filas deplegadas el espacio de carga es justo, pero si solo se usan dos filas, el área disponible es enorme.
Equipamiento como 6 bolsas de aire, entrada al vehículo sin llave, un sistema de cámaras de 360 grados, equipo de sonido y comunicación con pantalla táctil y compatible con Apple CarPlay y Android Auto, aire acondicionado dual, luces de neblina, sunroof, sensor de lluvia, encendido automático de luces, cierre central automático, portón trasero eléctrico, espejos abatibles, rines de 19 pulgadas y tapicería en cuero, es mucho equipamiento y es lo que tendremos en esta versión.
El motor es un viejo conocido, el 4 cilindros de 2.4 litros multivalvular y con sistema de alzada de válvulas variable, que ofrece una potencia de 176 HP y un torque de 241 Nm a 4,000 rpm. El motor va acoplado a una transmisión automática de 6 velocidades, que en la versión que manejamos movía solo las ruedas frontales. Nuevo es un control que permite tres modos distintos de manejo, que cambia básicamente la forma como entrega la potencia el motor y la transmisión. De los tres el que meas nos gustó es el Sport, que permite obtener mejores prestaciones y jugar más con las relaciones de transmisión, pero eso tiene un precio y se llama consumo.
En carretera, nos gustó su insonorización, que permite escuchar el equipo de sonido a bajo volumen o mantener una conversación con los que vayan atrás sin subir la voz. Aunque Hyundai insiste en que la arquitectura de la suspensión no ha cambiado, si han mejorado una serie de componentes, principalmente con el fin de disminuir ruidos y vibraciones pero con un resultado final, que mejora el comportamiento en ruta, con una marcha más suave, que permite absorber mejor las imperfecciones del camino y que sobre caminos de tierra ofrece un mayor confort.
Desde el puesto del conductor al visibilidad es muy buena y el vehículo se siente solido, ofreciendo además una dirección refinada y buenos frenos, con lo que nos sentimos seguros aun yendo a buen ritmo en carretera.
Con esta ultima generación del Santa Fe, Hyundai nos ofrece un mejor producto, más refinado, con un interior moderno y de buena calidad, una carrocería más grande y con un diseño atractivo, pero sobre todo un equipamiento que cumplirá con las exigencias del cliente más sofisticado.