ISUZU D-MAX RENOVACIÓN TOTAL

Tras casi una década, con varias actualizaciones en el ínterin, Isuzu ha decidido renovar por completo al D-Max y plantarle cara no solo a su competencia en el plano comercial, sino en busca de nuevos clientes que la usarán como un vehículo familiar, con capacidad de trabajo y aventura.
Este último segmento está en crecimiento en toda América Latina y hasta ahora Isuzu no había logrado calar con una propuesta que ofreciera tecnología con cierto nivel de lujo y exclusividad, con lo que la competencia estaba haciendo fiesta sin uno de los referentes en el segmento de pick up. Pero esto ha terminado con esta nueva generación, que ofrece una versión con un motor potente y eficiente, una carrocería con detalles exclusivos, un interior en cuero y tecnología para competir.
El anterior chasis que databa de 2012, ha hecho campo a uno nuevo, más ancho y fuerte, con lo que ahora se tiene una carrocería con mayor distancia entre ejes y más capacidad todo terreno que antes.
Una nueva carrocería, más aerodinámica y con mejores ángulos de ataque y salida, es parte de la oferta del nuevo D-Max, que adicionalmente cuenta con protecciones en los bajos para un uso fuera de carretera más seguro y un vagón de carga más profundo y ancho, que en la versión que manejamos viene con un protector plástico.
El equipo de diseño no solo se concentró en el aspecto técnico sino que valorizó la estética, con un frente muy original, con una gran entrada de aire frontal, una defensa de aspecto deportivo que integra las direccionales y las luces de neblina en ella, junto a unas luces con LED diurnos. Guardafangos abombados, doble línea inferior y una línea de cintura muy marcada le dan esa sensación de fortaleza, que en el caso de la versión que manejamos, tiene retrovisores, molduras y maniguetas en negro, cuando las otras versiones lo tienen cromado. Lo mismo pasa con los rines, que en esta versión son además de negros, de 18 pulgadas. Atrás tenemos una tapa que se abre con una sola manigueta central junto a la que tenemos la cámara de retroceso, lámparas con LED y una sola luz de retroceso, pues del lado izquierdo hay una de neblina muy intensa. Una de las formas de mejorar la aerodinámica ha sido integrar la defensa trasera a la carrocería, manteniendo el escalón central, tan práctico a la hora de cargar sin abrir la tapa.
Aunque anteriormente se había ofrecido un motor de 4 cilindros y 3.0 litros, el nuevo solo tiene en común con el anterior la cilindrada. Sus entrañas son nuevas, con diferentes pistones, bielas y cabezote, y aunque se mantiene la distribución por cadena, esta es más larga. Con esto la potencia sube hasta los 190 HP y el torque hasta los 450 Nm, desde 1,600 a 2,600 rpm, con lo que tenemos empuje constante en la zona más usada del rango. La transmisión es automática de 6 velocidades en la versión que probamos, pero en otras se puede obtener con una manual también de 6 marchas. Igualmente, si quieren mayor ahorro, hay un motor de 1.9 litros con 150 HP y 350 Nm de torque, que puede obtenerse con tracción trasera o 4×4 y con las dos transmisiones que mencionamos antes.
Desde la llave apretamos dos veces un botón y arrancamos remotamente el auto, con lo que al entrar ya el aire acondicionado se ha encargado de refrescar el auto. No necesitaremos sacar la llave del bolsillo, pues el auto nos reconoce y abre las puertas. Igualmente al salir solo debemos tocar el botón en la manigueta y el auto se cerrará.
Un interior más digno de un SUV que de un pick up nos recibe, con asientos en cuero, el del conductor con 8 ajustes eléctricos y un tablero con la parte superior forrada en el mismo color de los asientos y con costuras expuestas, que también encontramos en la tapicería de las cuatro puertas.
Frente al conductor un timón grueso, de corte deportivo, que puede ajustarse en altura y profundidad, y tras él un cuadro de instrumentos con dos relojes análogos y un centro de información digital, con información variada del auto y consumos.
Al centro la infaltable pantalla, en este caso de 9 pulgadas compatible tanto con sistemas Android como Apple, con información variada WiFi, Mirror Link y DVD. El lector de DVD va en una de las dos guanteras que tiene el auto.
Los controles del aire acondicionado están bajo la pantalla y constan de teclas con una pantalla digital. Cuenta con doble zona de temperatura y los ajustes también pueden hacerse directamente desde la pantalla.
El equipo de sonido con 6 bocinas, tiene buena potencia y fidelidad.
Nos sorprendió la cantidad de lugares para guardar cosas, con un deposito en el centro del tablero, otro entre los dos asientos, dos guanteras,, bolsillos en las puertas y detrás del asiento posterior, que puede abatirse en proporción 40:60.
El espacio para los que se sienten atrás es bueno, en mi caso no toqué ni con la cabeza y menos con las rodillas. Caben tres adultos a lo ancho y el respaldar a pesar de ser vertical ofrece una postura cómoda, ademas de tener una salida de aire desde la parte de atrás de la consola con una salida USB.
Hicimos un recorrido de más de 250 kilómetros, dos personas, sin carga, mayormente sobre carreteras de cemento y asfalto, sobre el primero la suspensión se muestra algo brincona, pero menos que en la versión anterior. Eso a pesar de que se han cambiado las hojas de muelle traseras por unas más fuertes aunque más livianas. En el asfalto, es otra cosa, con mucha suavidad y comparable con lo mejor del segmento, casi un SUV. Sobre caminos de tierra es más cómoda que la anterior D-Max y se siente muy solida, sin ruidos, algo que también comprobamos en carretera a velocidad, donde el motor solo se escucha a altas revoluciones y no hay ruidos de la carrocería, con lo que mantener una conversación se hace sin levantar la voz.
Los frenos son los típicos para un pick up, con discos frontales y tambores traseros, con ABS, EBD y BA. Eso sí, ambos son más grandes que antes, con los frontales de 17 pulgadas ventilados. Probamos su eficacia cuando un camión decidió adelantar a otro en la Interamericana, sin fijarse que nosotros estábamos a punto de pasarlo.
La dirección cuenta ahora con asistencia eléctrica, muy suave pero sin esa sensación artificial de algunas direcciones modernas.
Si empieza a llover, los limpiaparabrisas empiezan a trabajar en forma automática y como un detalle que mejora la aerodinámica, las boquillas para echar agua y limpiar, van integradas en el brazo del limpiaparabrisas.
Isuzu presume de la capacidad todo terreno del D- Max y en el nuevo han querido subir un poco el listón a la competencia, pues ahora tiene una capacidad de vadeo de 80 centímetros, es decir que no habrá charco que lo detenga. Puede subir pendientes de 30.5 grados sin tocar fondo y desniveles centrales de 22.9 grados antes de que quedemos atorados.
El nuevo D-Max nos sorprendió gratamente, en todo sentido. Sigue siendo un vehículo muy fuerte, pero ahora es más cómodo, más seguro (tiene 8 air bag, incluso uno entre los dos asientos frontales), con más conectividad y entretenimiento, en fin un competidor de peso para aquellos que buscan un pick up que no solo sirva para el trabajo sino para el resto de nuestras actividades.