PANAMÁ ALASKA, EN SOLITARIO

La segunda semana de julio de 2019, una pareja conformada por Alejandro Huerta y Ana Victoria Viera, iniciaran un viaje que se ha venido gestando desde hace dos años y que los llevará a recorrer los 15,000 kilómetros que separan Panamá de Fairbanks, Alaska.
Ambos han abandonado sus trabajos, para hacer los preparativos del viaje que los llevará por 10 países durante unos 4 meses. Aunque no existe un plan concreto a seguir, si existe la meta de llegar a Alaska en noviembre, mes donde hay mayor probabilidad de ver la aurora boreal, que es el objetivo del viaje y por ello también la meta es Fairbanks, lugar desde donde la aurora es visible mayor cantidad de días al año.
Es un recorrido no apto para principiantes, pero nuestros dos aventureros no son novatos en el tema, pues con su organización Vibes of Panamá, han recorrido casi todo el país en los últimos dos años, acumulando más de 15,000 kilómetros de recorrido, por áreas desconocidas para muchos capitalinos. Según ellos, el logo de Vibes of Panamá, representa la energía de la naturaleza, los elementos que la componen, sus playas y montañas, los opuestos que se complementan, la luz que emana de Panamá.
Su compañero de aventuras es un Land Rover Defender de 2011, con una interesante historia. El auto fue comprado por la Cruz Roja y enviado a Haiti, donde realizó labores en la reconstrucción tras el terremoto. Luego fue enviado a Panamá, donde está la sede regional de la Cruz Roja y subastado junto a otros vehículos de la institución. Una persona lo compró y lo usó muy poco, hasta que decidió ponerlo a la venta. Alejandro que desde pequeño ha tenido fascinación por este modelo, lo vio anunciado en una pagina de Internet de Paraguay y al ver que el teléfono era de Panamá, llamó. Tras ver el carro le entregó un abono al propietario y durante 6 meses le fue abonando de a poco, pues nunca tuvo la cantidad completa para hacer un solo pago. Ya en sus manos el vehículo ha recorrido en tres años unos 70,000 kilómetros y durante ese tiempo se le ha mejorado la suspensión, se ha colocado una defensa delantera con mayor protección y espacio para un winche y se le ha colocado un diferencial heavy duty, por lo demás el auto se mantiene con un alto grado de originalidad, lo que es una garantía en la aventura que empiezan.
La mayoría de los equipos instalados en el Defender han sido comprados e instalados en Súper Service, e inicialmente fueron para adaptar mejor el auto a un uso off road, pero ya con los recorridos por Panamá y últimamente Costa Rica, el auto cuenta ahora con una tienda de dormir en el techo, cocina, nevera y espacio para llevar algo de ropa y otros implementos necesarios para un viaje de 4 meses. Llevan también dentro del auto, sillas, mesas y un panel solar para cargar las baterías de los equipos eléctricos que van a usar, pues la idea es acampar la mayoría de las noches y solo usar hoteles, en muy pocos lugares, pues ambos disfrutan del contacto con la naturaleza y ninguno tiene los recursos para un viaje tan largo, durmiendo en hoteles todas las noches y comiendo en restaurantes.
Una de las ventajas de usar un Land Rover, nos explica Alejandro, es que hay muchos clubs de la marca en el recorrido y cada vez que nos ponemos en contacto con uno, recibimos promesas de ayuda. Lo mismo nos ha pasado con los distribuidores en Costa Rica y Guatemala, que desde ya nos han puesto sus talleres a la disposición en forma gratuita, lo que nos servirá para comprobar su estado en los primeros compases del viaje.
Tras una larga conversación con los aventureros, comprobamos que se han preparado para un recorrido tan largo, tanto física como mentalmente y quedamos en que tendremos con ellos una comunicación constante durante su travesía, que iremos compartiendo con nuestros lectores de modo de acompañarlos aunque sea en espíritu a un par de jóvenes que llevarán nuestra bandera por toda América.