SEMANA DEL AUTOMÓVIL EN MONTEREY

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Cada verano, los entusiastas de los autos en todo el mundo y la “gente bella” de Norteamérica se reúnen en California para rendir homenaje a la herencia y tradición automovilística, en lo que se ha dado en llamar la Semana del Automóvil, que este año se realizó del 17 al 21 de agosto. Se trata de un evento, o mejor dicho, múltiples eventos consistentes en subastas, exhibiciones, paseos que sea rematan con el concurso de elegancia más famoso del mundo, Pebble Beach, donde todo coleccionista de alcurnia sueña con llegar.

Tradicionalmente el evento arranca el martes con el Concours on the Avenue, un evento reservado a autos entre 1940 y 1973, que ocupa 16 cuadras, con el fondo del mar. Este año el evento se canceló a último momento debido al súbito fallecimiento de su fundador y organizador, el Sr. Doug Freedman.

El miércoles y jueves, se celebra la subasta de Bonhams en Quail Lodge, un evento que no solo atrae a coleccionistas importantes, sino a aficionados sin un gran capital para invertir que también asisten a la subasta que efectúa Mecum a partir del jueves, que es el día donde pasan por el martillo autos y motos, comprables, dejando a las estrellas del evento para el último día de la subasta.

También se celebra The Quail, que toma el nombre por el lugar donde se hace. Este es un espectáculo donde se exhiben autos deportivos de todas las épocas, expuestos en la grama del Club de Golf Quail Lodge. Cada año se elige un tema y este año fue el 50 aniversario de la división M de BMW, también un homenaje a MINI Cooper, con autos desde los años 60 hasta nuestros días y por último se celebraban los 70 años de Jaguar en Le Mans y sus victorias, aunque también se podían admirar súper autos actuales, algunos de ellos nunca antes vistos como el Bentley Bentayga EWB Mulliner Gallery, un auto único totalmente hecho a mano o el nuevo Lamborghini Urus Performante. También era el debut en Norteamérica del Maserati MC20 Cielo, del Porsche GT3 RS y del RUF Bergmaister.

De todos los eventos posibles para ver el jueves, el Tour d´Elegance, es el más especial, pues es la oportunidad de ver gratis los autos que concursarán el el Concours d ´Elegance el domingo. Uno de los requisitos del concurso es participar en el Tour donde demostrarán que los autos están operativos recorriendo una ruta muy pintoresca de 42 millas. El evento empieza temprano y durante dos horas los autos se alinearán e la entrada de Pebble Beach, lo que da la oportunidad de observar de cerca los 150 autos del concurso que este año tuvo un participante costarricense, con un auto totalmente restaurado por Restauraciones Clásicas, que presentó un Lancia Aprilia carrozado por Ghia del que solo se hizo esa unidad.

El desfile de autos, se desplaza por 17 Mile Drive bordeando la costa para luego tomar la US-1 hacia el Sur hasta Ripplewood Resort, donde se inicia el retorno. Gran cantidad de público se alinea en la ruta para poder ver ese museo rodante, que son los autos del Concourse, que a partir de su llegada a Pebble Beach se estacionan ya en el área de exhibición, de donde no volverán a salir hasta el final del evento.

Tras una semana de eventos automovilísticos en Monterey, el domingo se realizaban los eventos cumbre de la Semana del Automóvil, con la premiación del Concurso de Elegancia de Pebble Beach, las carreras principales en los 100 Años de las 24 Horas de Le Mans, en Laguna Seca y la subasta de Gooding & Company.

Este año las subastas en Monterey generaron ventas de aproximadamente 463 millones de dólares, lo que muestra que los coleccionistas han vuelto a la normalidad, con ventas semejantes a las de pre pandemia, con gran cantidad de milenios como compradores y en busca de los autos soñados en su juventud. La venta más alta fue de un Ferrari 410 Sport Spider de 1955, un auto con un buen pedigrí en carrera que cambió de manos por 22 millones de dólares.

El evento principal de la Semana del Automóvil en Monterey es el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, sin duda, el más prestigioso de los concursos de este tipo. Todo el que es alguien en el mundo del coleccionista de autos antiguos quiere, en algún momento participar con algún auto, algo muy difícil de lograr y reservado solo a grandes coleccionistas y restauradores. Este año un costarricense estaba participando con un Lancia Aprilia Supergoiello de 1949, un auto único creado por Ghia, para el concurso de Villa d´Este de ese año. Ese auto fue comprado en un estado deplorable y restaurado por Restauraciones Clásicas en Costa Rica, quien lo presentó, ganando la categoría Postwar Touring Closed. El Best of Show, sin embargo, fue para un Duesenberg J Figoni Sports Torpedo de 1932, propiedad de Lee R. Anderson Jr.

Mientras los amantes de los autos estáticos o con poco movimiento disfrutaban en Pebble Beach a unos kilómetros de allí, se celebraba el Rolex Motorsports Reunion, en la mítica pista de Laguna Seca, donde medio millar de autos antiguos competirían por varios días en distintas categorías.

No es lo mismo ver autos estáticos en una exhibición, que autos de carrera haciendo lo que hicieron al momento de su creación, competir, por lo que Laguna Seca estuvo llena todo el fin de semana, con espectadores llegados de todo el mundo, pues ese evento anual es uno de los pocos que reúne tal cantidad y calidad de autos de carrera. Este año se rendía homenaje al centenario de las 24 Horas de Le Mans, con lo que el mayor ganador de esa carrera, Tom Kristensen, fue el encargado de dar el banderazo inicial a los autos de esa categoría.

Con 14 categorías, hubo para todos los gustos y no solo fueron los autos que corrieron en Le Mans , sino de todo tipo incluyendo Fórmula 1 de 1966 a 1985, o los Indy Car de 1963 a 1978. Contrario a lo que muchos podrían pensar, no son desfiles o paseos a velocidad, sino competencias reales, donde autos y pilotos se esfuerzan al máximo por ganar, con lo que a veces hay roturas mecánicas o accidentes, afortunadamente este año sin tragedias que lamentar, básicamente rasguños y egos heridos.

Son muchas actividades en la semana, por lo que siempre hay algo para el gusto de uno. Lo que falta es tiempo para verlos todos.