VOLKSWAGEN VIRTUS

APUNTANDO ALTO
Desarrollado en Brasil como parte de la ofensiva de productos, diseñados para el mercado latinoamericano, ofrece mucho espacio interior para el segmento y una oferta tecnológica muy interesante.
La operación latinoamericana de Volkswagen se reestructuró hace un para de años y una de las decisiones que tomaron fue crear una serie de modelos exclusivos para la región, con características propias de nuestros mercados y adaptados a nuestros combustibles y carreteras. El Virtus, que fue presentado en noviembre pasado y puesto a la venta en marzo, inicialmente solo en Brasil y Argentina, es uno de esos productos que por ahora solo se venderá en América Latina. La carrocería sigue el nuevo estilo de la marca, con líneas muy marcadas y un frente con la nueva parrilla, por lo que tiene cierta similitud con el Jetta y con el Passat, aunque con 4.48 metros de largo es el más pequeño de los tres.
Aunque en teoría es un derivado del Polo y usa la misma plataforma, en el Virtus hay 9 cm más entre ejes, con lo que el auto tiene una mayor presencia y el espacio interior crece. Otra área que crece es el baúl, que es muy grande para su segmento ya que tiene una capacidad de 520 litros.
El interior está muy bien logrado, con buenos terminados y a pesar de que tanto el tablero como la tapicería de las puertas es en plástico duro, no hay esa sensación de estar en un auto barato.
El tablero es bastante tradicional, con la instrumentación frente al conductor, con los típicos relojes de la marca y el centro de información al medio. Una gran placa plástica decorativa atraviesa todo el tablero, con un toque moderno y agradable que se acentúa con un marco negro muy brillante, que rodea la pantalla central y los instrumentos.
La posición de manejo es buena, con regulación en altura y profundidad para el timón, y la posibilidad de variar la altura del asiento, que ofrece buena sujeción.
Atrás el espacio disponible es impresionante para un auto de este tamaño, al punto que aunque nuestros hijos tengan piernas de jugadores profesionales de basquet, no tocarán con las rodillas el asiento delantero. Por alguna razón hay un falso túnel de transmisión, por lo que el piso no es plano y si sentamos a alguien al centro no resultará cómodo para los otros dos posibles ocupantes.
En otros mercados hay varias opciones de equipamiento, pero para Panamá, el importador ha decidido que no va a competir por precio sino que buscará el cliente que quiere un auto premium a un precio más asequible y por ello traen la versión Highline. Esta tiene una pantalla en el centro del tablero, con conectividad a AppleCarPlay, Mirror Link o Android Auto y desde ella podemos controlar el equipo de sonido, los ajustes del vehículo, las comunicaciones y la cámara de retroceso. Adicionalmente tenemos una aplicación que hay que descargar en el celular, con la que comunicarse con el auto para saber detalles de funcionamiento. Otro detalle llamativo es que incluye una base donde poner el celular, con una conexión para un USB, adicional a otra que hay en la pantalla.
Comentamos que este es un auto muy bien equipado, y ademas de lo usual como aire, ventanas eléctricas y retrovisores también eléctricos, tenemos: rines de 16 pulgadas, luces de neblina y luces diurnas, sensor de lluvia, arranque por botón, luces automáticas, espejos iluminados, asiento trasero abatible por partes y cierre central automático que actúa a partir de los 10 km/h.
El motor es un 4 cilindros de 1.6 litros y 110 HP, unido a una transmisión automática de 6 velocidades, que puede manejarse en modo manual mediante unas levas tras el timón. Es una combinación que busca más economía que prestaciones, por lo que no es un auto de gran aceleración ni con aptitudes deportivas, de hecho el 0-100 km/h es de 12.5 segundos. Otro detalle es que el torque máximo se entrega a partir de las 4000 rpm, con lo que a bajas revoluciones no hay mucho brío. Los consumos son el punto fuerte del Virtus, especialmente en un uso de carretera. La fábrica no anuncia los consumos pero con la computadora de a bordo, obtuvimos una cifra cercana a los 15 km por litro en carretera, pero en ciudad se nos fue a los 8.5 km por litro, lo que es lo usual en autos de ese tamaño y cilindrada, con un trafico pesado como el nuestro.
Volkswagen ha conseguido 5 estrellas en seguridad de Latin NCAP y es uno de los pocos autos hechos en Latinoamerica en obtener ese honor. No solo dispone de 4 bolsas de aire, dos frontales y dos laterales, que cubren la cabeza en caso de choque lateral, sino que también tiene control de estabilidad, de tracción y unos frenos muy buenos con ABS, a pesar de usar la formula tradicional del segmento, de discos adelante y tambores atrás. Otro detalle importante son los sensores de aproximación que funcionan incluso con el auto rodando y que nos indican si estamos demasiado cerca de quien nos precede o si tenemos a alguien pegado detrás de nosotros.
El confort de marcha es muy bueno, especialmente en un uso urbano, porque en carretera y a velocidad el motor se escucha alto y claro. Tanto la suspensión como la dirección son dos de los puntos fuertes del Virtus, esta última tiene suavidad pero deja saber que es lo que pasa en las ruedas, que se complementa con un timón con un tacto muy agradable.
La suspensión, está especialmente desarrollada para nuestras carreteras, con buena capacidad de absorber las imperfecciones del camino, posibilidad de uso en caminos de tierra y un ajuste muy bueno entre confort y seguridad, pues en maniobras bruscas tiene un comportamiento neutro y muy buena estabilidad.
Esta nueva oferta de Volkswagen, ofrece la posibilidad de un sedan tradicional, para un segmento muy competido, como el de sedanes compactos, con un producto que como el Virtus, tiene un interior muy espacioso, un baúl gigante, un equipamiento de primera y donde en términos de seguridad supera a la mayoría.
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