AUDI E-TRON GT. ELECTRIZANTE

Minutos después de haber recibido el e-tron GT en Consúltenos, paso a recoger a otro de los probadores de AUTOPISTA. Instantes más tarde llegamos a un semáforo y en el momento en que cambia la luz, aceleramos con fuerza. “Esto acelera como nada que haya manejado” nos dice y queda perplejo cuajo le decimos, que aun podríamos haberlo hecho más rápido si cambiábamos el modo de manejo a Sport. Su incredulidad llegó a un máximo, cuando le dijimos que era un auto eléctrico. «No puede ser, yo escucho el motor y un auto eléctrico no suena” nos comentó. Esto es lo que regularmente pasa en un auto eléctrico, pero no en este, que dispone de un sonido artificial que puede escucharse desde afuera del auto y otro, interno, también generado por computadora que varía de acuerdo al modo de manejo seleccionado. No es como el sonido de un deportivo, pues es menos estridente y mientras un motor de combustión emite más bien un rugido, el e-tron GT suena casi como un avión a reacción.
Este es un auto grande, con casi 5 metros de largo y casi dos de ancho, cuya carrocería es una escultura rodante, que hace recordar grandes diseños anteriores, como el TT, el A5 o el R8, autos que con el paso de los años no han perdido actualidad ni belleza. Sin embargo, en el e-tron GT no todo es obra del equipo de diseño, pues para lograr una máxima eficiencia, trabajaron más de 9 millones de horas en simulación computarizada. Así se cumple otra norma germana, de que la función prima sobre el estilo. Mantiene la típica parrilla Singleframe, que en este caso es decorativa ya que no tiene aperturas para refrigeración, excepto unas pequeñas a los lados lo que le permite tener un coeficiente aerodinámico de apenas 0.24. Una curiosidad de este auto es su techo de vidrio termoaislante, es decir transparente pero que no deja pasar el calor.
Entrar al habitáculo es un decir, pues la realidad es que se baja al habitáculo, pues el auto es muy bajo y los asientos tienen una posición similar a la que encontramos en deportivos como el R8 o su primo de Lamborghini. Si bien la carrocería es revolucionaria, el interior es muy Audi, con un tablero esculpido en el que encontramos el Audi Virtual Cockpit Plus, en una pantalla de 12.3 pulgadas y alta resolución, que podremos cambiar en tres formas, con gran cantidad de información en ellas y donde desaparecen cosas que normalmente encontramos en los modelos de combustión interna de la marca y a cambio nos ofrece información relacionada con el sistema de propulsión eléctrico, donde podremos ver que tanta batería estamos consumiendo y cuanto esta se recarga en frenadas.
Al centro del tablero tenemos la infaltable pantalla del equipo de información y entretenimiento, junto con una serie de ajustes del auto, que se controla fácilmente y en forma rápida e intuitiva. Algo muy típico de los software de Audi.
En la consola central tenemos la botonera para los cambios de marcha, el botón de arranque, el freno de mano eléctrico y unos botones donde el más importante es el de los modos de manejo.
Como en otros modelos de la marca, el interior se puede personalizar a gusto del cliente, pero en todos los casos tendremos cuero o un material hecho de plástico reciclado, con la textura del cuero.
Atrás, a pesar de estar en un auto grande, no hay mucho espacio, y como la consola se prolonga muy atrás, el espacio es adecuado para dos personas, que no deben superar 1.80 metros de estatura o tocarán con la cabeza en el techo.
El espacio de equipaje es adecuado y mayor que en sus competidores directos, pues atrás caben 405 litros, que van a aumentar si abatimos el asiento posterior que abate en proporción: 40-20-40. Adelante hay más espacio, pero limitado a una bolsa deportiva.
El e-tron GT cuenta con dos motores, uno en cada eje, con una potencia total combinada de 476 HP y un torque total de 640 Nm disponibles desde el momento en que se pisa a fondo el acelerador. La transmisión es totalmente automática, de modo que el conductor no tiene inherencia en lo que hace, pero detrás del timón tenemos dos levas, que van a confundir a más de uno. Esas levas sirven para elegir el modo de recuperación de energía, algo que también hace una computadora, que de seguro es más eficiente que uno.
Ya en movimiento podemos seleccionar uno de los cuatro programas de manejo, donde el auto selecciona “Comfort” por si solo y nosotros deberemos cambiar si queremos eficiencia, dinamismo o una programación individual. En cualquier programa que usemos, el auto tiene un comportamiento superlativo, con una suspensión algo dura, más no incómoda, con una dirección muy precisa y unos frenos sobredimensionados, con lo que podemos ir muy rápido con una sensación de seguridad altísima ya que también disponemos de tracción a las cuatro ruedas, con un movimiento de hasta 2.8 grados en el eje trasero, para ayudar a hacer maniobras tanto a alta como a baja velocidad.
Pese a su capacidad brutal de aceleración, no catalogaría al e-tron GT como un súper deportivo, sino más bien como un gran turismo, un auto confortable apto para grandes distancias. Prueba de eso es su autonomía publicada de 472 kilómetros.