CITROEN 2CV. CONSERVADO NO RESTAURADO

Aunque para muchos el Volkswagen fue el auto que movilizó a Europa después de la Segunda Guerra Mundial, la realidad es que fue el Citroën 2CV, quien tuvo mayor impacto, pues mientras Volkswagen dejaba toda su producción en Alemania y luego se expandiría a México y Brasil, Citroën popularizó a su benjamín, fabricándolo en Francia, España, Portugal, Bélgica, Reino Unido, Grecia y en Latinoamérica en Argentina y Chile.
Aunque su diseño era anterior a la Segunda Guerra Mundial, al igual que el Volkswagen, su fabricación arrancó en 1948, como un auto de bajo costo, destinado mayormente a los agricultores, por tanto debía poder llevar a cuatro personas, ser barato de comprar y mantener, tener una suspensión que permitía su uso en caminos rurales y hasta dentro de los campos, evitando que incluso si se llevaba una cesta de huevos estos se rompieran.
Los primeros prototipos, fabricados en 1939, fueron destruidos antes de que fueran encontrados por las fuerzas de ocupación alemanas, aunque alguno de ellos sobrevivió oculto en zonas rurales y fueron esos los que al finalizar la contienda, sirvieron de base para el modelo de producción, que fue presentado al público en septiembre de 1948, durante el Salón de París y un año después los primeros modelos eran puestos a disposición del público.
Debido a la escasez de materia prima en la postguerra, la demanda era muy superior a la oferta, con clientes que debían esperar hasta 6 años para hacerse de uno, por ello la directiva de la marca, empezó a ver alternativas, para fabricarlo en otros países de Europa y así suplir tanto la demanda local como la francesa. España abre su fábrica en 1958 en Vigo, y Portugal en 1961 en Mangualde, sería esta última donde se fabricaría el último 2 CV en julio de 1990. Con ese auto se completaban más de 5.1 millones de 2CV vendidos en todos el mundo.
Los autos portugueses, son ya de la segunda generación, mientras que el que engalana estas páginas ya es de la tercera. El modelo tiene un sencillo motor de dos cilindros y 603 cc, enfriado por aire, unido a una transmisión manual de 4 velocidades, que mueve las ruedas delanteras. La suspensión es independiente a las 4 ruedas, mientras que los frenos son de disco adelante, y colocados en la salida de la transmisión, y de tambor atrás. Las ruedas son completamente solidas, sin huecos, y unidas al eje mediante tres tornillos. La carrocería es de acero atornillada sobre un bastidor o chasis, las ventanas delanteras abren en dos partes, mientras que las traseras son fijas. El techo es de lona, puede enrollarse y queda entonces descapotable.
Su actual propietario, lo vio por Internet y a pesar de que el auto estaba en Portugal no dudó en comprarlo, pues su anterior propietario es un coleccionista de la marca, que le aseguró que el auto se mantenía tal cual salió de la fábrica, con el desgaste natural de los años, pero muy bien cuidado por especialistas de la marca.
El auto, que llegó en plena pandemia, era lo que había visto en fotos y le había comentado el vendedor, por lo que no hubo que hacerle nada, solo ponerle gasolina, girar la llave y arrancar. Se le han cambiado varios elementos de mantenimiento y pequeños detalles con desgaste, pero por lo demás no ha habido necesidad de nada.
Su mantenimiento es muy sencillo y piezas se consiguen en todos lados, por Internet. De hecho los repuestos los compró online en Holanda.
Es el tercero, que sabemos existen Panamá, uno comprado nuevo en Panamá y restaurado localmente, uno traído de Francia y este, de origen lusitano.
El 2CV es muy buscado por los coleccionistas, pues es un símbolo de la cultura francesa y de libertad y aventura.