HONDA CIVIC. AIRES DE GRANDEZA

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Honda ya hacía autos cuando en 1973 presentó el primer Civic, pero hasta ese momento el mundo solo lo conocía por sus motos. Ese modelo fue un parteaguas para la marca que lo puso casi inmediatamente en la órbita de las grandes marcas automotrices. Once generaciones después Civic sigue siendo un modelo contra el que se mide la competencia, por lo que en Honda, ponen empeño en que ese modelo se mantenga como el mejor del segmento. Con los años el Civic ha crecido y la versión 2022 es la más grande de todas, al punto que muchos pensarán que es un Accord, aunque viendo solo la carrocería y sin ver el frente podría pasar por uno de marca alemana.

El Civic 2022, es enteramente nuevo, montado sobre una plataforma ligeramente más ancha y con una distancia entre ejes 33 milímetros más larga. La carrocería, en general, tiene un cierto parecido con la anterior, como si el equipo de diseño hubiera querido solo mejorar algo que ya estaba bien, aunque en el fondo es todo nuevo, incluso la plataforma ha aumentado su rigidez  a la torsión en un 8 por ciento, sobre la anterior y la rigidez al doblado en un 13 por ciento, con lo que no solo es más segura en caso de accidente sino que ofrece un mejor dinamismo.

Si vemos en detalle, la carrocería, notaremos muchas cosas diferentes, pues el frente es más vertical y la parrilla más delgada y sin cromos. Las luces son ahora en LED en todas las versiones y con una nueva firma lumínica para las diurnas. La defensa tambien cambia y mientras antes tenía unos adornos cromados que empezaban en la entrada de aire y terminaban debajo de las luces de neblina, ahora empiezan justo encima de esas y se unen por debajo, eliminando todo vestigio de cromo. Lateralmente es donde se ven más distintos, empezando por una linea de cintura muy marcada y la forma escalonada de la línea de ventanas. El techo es menos inclinado que antes, con lo que hay una mejor percepción de los tres volúmenes, mientras que por detrás las luces tienen una forma totalmente distinta a las anteriores y tenemos una defensa que sobresale más que antes Esa forma de la carrocería, permite un maletero más grande que antes, que puede ampliarse pues el respaldar se abate por partes, desde unos tiradores en el baúl.

El interior, estrena el nuevo diseño minimalista de la marca, con  un tablero muy limpio, con una decoración metálica muy rectangular dentro de la cual se esconden las salidas del aire acondicionado, cuyos controles se encuentran más abajo y que son mediante perillas.

Frente al conductor el cuadro de instrumentos es digital, con un centro de información variada al centro, mientras que el timón tiene un tacto agradable, ajuste en altura y profundidad, el tamaño preciso y dentro de él encontramos los controles para el equipo de audio y Bluetooth, más el control de velocidad crucero adaptativo. En el centro del tablero tenemos una pantalla vertical táctil de 7 pulgadas, compatible con Android Auto y Apple Car Play, mediante un cable, que encontramos algo desfasada contra lo que ofrece la competencia, tanto en términos de calidad como en tamaño.

Los asientos tienen controles manuales y tapicería en cuero, ofreciendo buen soporte lateral. Atrás el espacio es mayor que en la generación anterior, con lo que se gana espacio para las piernas, sin embargo, nos sorprendió que no tiene ni salidas del aire acondicionado, ni un conector USB, pues el único que hay, está en la consola.

Honda considera al motor 1.8 ya desfasado, considerando las restricciones globales sobre emisiones, por lo que este nuevo Civic tiene el nuevo motor 1.5 turbo VTEC, que ofrece un menor consumo, más potencia y una mejor aceleración. En las dos versiones que se venderán en Panamá la transmisión es automática del tipo CVT, pero con una programación que imita los cambios, tanto subiéndolos como al bajarlos.

La suspensión mantiene el mismo esquema de la anterior generación, con múltiples brazos atrás, pero con nuevos componentes y un ancho de vías mayor en la parte posterior con lo que tenemos más estabilidad. Aunado a esto, cuenta con un sistema electrónico que frena la rueda levemente para ayudarlo a girar a alta velocidad.

La marca quiere volver a las sensaciones dinámicas de los primeros Civic, sin perder confort, por lo que la aceleración es muy linear, al punto que uno duda si es turbo, sin embargo, los números no mienten y acelera bastante más que con el motor de 1.8 litros. En cuanto a su capacidad para tomar curvas a alta velocidad, hay que felicitar a los ingenieros de Honda, pues tiene una dirección súper precisa y donde uno apunta, el auto responde, con precisión y poca inclinación de la carrocería.

Otro punto que hay que aplaudir es la incorporación de los sistemas de seguridad Honda Sensing, con control de salida de carril, aviso de advertencia de colisión frontal y mitigación de colisión, recordatorio de asiento trasero, cámara de retroceso, control electrónico de estabilidad y tracción, frenos de disco en las 4 ruedas con ABS, BA y EBD y finalmente 6 bolsas de aire.

Definitivamente es una gran mejora contra el anterior Civic, que ya era el referente en cuanto a calidad y dinamismo en el segmento. Y si la idea de los ingenieros de Honda era competir con los compactos premium, lo han logrado.