MERCEDES BENZ G 63 AMG. INTIMIDANTE

En 1969 Daimler Benz y la empresa Steyr-Daimler-Puch, empezaron a trabajar en un vehículo que iban a fabricar en conjunto que debía tener alta capacidad todo terreno y un buen manejo en carretera. Diez años después presentaban el 460, un vehículo que se mantendría en el mercado con pocos cambios, entre el que se incluía el cambio de nombre por Clase G, hasta 2018, cuando se presentaba la segunda generación. Lo que siempre había sido un auto utilitario cambió en 1999, cuando el G 55 AMG llegó al mercado y se convirtió en el SUV más rápido del mercado en ese momento.
Con la llegada de la segunda generación del Clase G, llega también la versión AMG, que ahora incorpora un motor con 585 HP, al que pudimos hacerle una corta prueba durante estos días en que solo se podía salir por dos horas al día.
Exteriormente no parece haber cambiado mucho con respecto al modelo anterior, solo en las luces que ahora tienen un reborde en LED, como luz diurna, unos cambios en parrilla y defensas y ya, lateralmente las líneas siguen los trazos del modelo original, aunque algo más redondeadas.
Si bien el G parece haber cambiado poco, en el fondo el auto ha cambiado mucho y es que disponemos de un nuevo chasis, más ancho que el anterior, con lo que las dimensiones exteriores crecen proporcionalmente y la suspensión delantera ahora es independiente. La distancia entre ejes también es mayor con lo que se gana espacio en el habitáculo, especialmente para los que vayan sentados en la segunda fila, pues mientras adelante crece casi 4 centímetros atrás se ganan 15.
Mientras el exterior mantiene las líneas típicas de los SUV de los 80, el interior es puro siglo XXI, muy acorde a lo que Mercedes está brindando en sus modelos más equipados.
Frente al conductor tenemos una pantalla de 12.3 pulgadas con instrumentación digital, por lo que podemos ajustar el diseño a nuestro gusto y cambiarlo en el momento de que lo queremos, destacando otra información. La pantalla central también de 12.3 pulgadas, parece integrada a la primera, con lo que tenemos una enorme área interactiva, que nos mantendrá entretenidos.
Como todo buen Mercedes, tiene una ergonomía un tanto peculiar, así los controles de las ventanas eléctricas, están en la parte alta de la puerta donde un poco más abajo hay los controles para los asientos. La palanca de cambios en vez de estar en la consola, es una palanquita detrás del timón, como si fuera la de las direccionales, los modos de manejo tampoco los encontraremos en algo giratorio, sino en un botón en la consola con los siguientes: slipery, confort, sport, sport+ e individual. Todos ellos detalles, que pasaremos por alto una vez estemos manejando este vehículo.
Los asientos traseros, que en el modelo anterior eran fijos y con un respaldo único, ahora están divididos en 40:60 y tienen respaldo ajustable. El área de baúl es también más grande y si abatimos los asientos hay bastante más espacio adicional, aunque con dos niveles, pues los asientos no quedan al ras.
La posición de manejo es muy alta, lo que da la sensación de estar manejando algo de mayor tamaño, pero una vez tomamos confianza, nos daremos cuenta que a pesar de su peso y tamaño, se siente ágil, con la sensación de que hay mucha estabilidad.
Cada vez que se pisa el acelerador el motor emite un rugido impresionante, junto a la impresión de que algo invisible nos mantiene presionados contra el asiento. Una sensación muy agradable que invita a acelerar todo el tiempo.
El motor, firmado por el ingeniero que lo armó, es un V8 con doble turbo y 585 HP, unido a una transmisión automática de 9 velocidades. Con eso este vehículo de dos toneladas y media, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos y alcanzar los 220 km/h. No solo es un auto con una aceleración impresionante, sino que cuenta con un comportamiento dinámico, con el que se puede poner en ridículo a un buen número de deportivos del mercado, siempre que nos atrevamos a ello, pues a priori, no parece tan capaz y la inercia en frenadas o en el paso de curvas es importante. Para ayudar a disminuir esa sensación, los costados del asiento se mueven y abrazan al conductor, para mantenernos en la posición correcta.
La suspensión trabaja de acuerdo a como seleccionemos los programas de manejo, con lo que podemos tener un auto muy cómodo o uno con cierto tacto deportivo.
Un auto de este precio, no lo usarán para todo terreno, pero si se decidieran, no tendrían prácticamente nada que lo detuviera, pues fue diseñado para superar las pruebas más extremas, por ello tenemos tres diferenciales bloqueables, que activamos al tocar unas teclas. Sin embargo, pensando en aquellos clientes que lo usarán sobre caminos de tierra, por corto tiempo, la suspensión hace maravillas para aislar a los ocupantes del exterior.
Este es un auto impresionante en todo sentido, destinado a un público muy selecto, tanto por su precio, que puede variar de acuerdo a la cantidad de juguetes que se pidan, como por su aspecto, demasiado llamativo para alguien que no quiera ser el centro de atención, por eso es el auto favorito de deportistas, gente de la industria del espectáculo y magnates.