NISSAN QASHQAI. Nuevo de punta a punta

Dentro de la gama de SUV de Nissan, el Qashqai es su modelo más exitoso en Europa, donde se fabrica; y se ubica entre el Kicks y el X-Trail, en tamaño y precio.
La tercera generación ha llegado ya a Panamá, en tres versiones: Sense, Advance y Exclusive, que comparten el mismo motor y transmisión, con diferentes grados de equipamiento. Para nuestra prueba elegimos el modelo intermedio o Advance.
La estética de la nueva Qashqai es un cambio drástico con respecto a su predecesor, aunque se mantienen características de diseño como la parrilla V Motion o las luces tipo Boomerang, pero con diferente forma, ya que la nueva parrilla es a base de dos tiras cromadas separadas por una banda negra. Igualmente las lámparas, con las diurnas en LED en la parte superior, son más alargadas que antes y la defensa tiene un pliegue que parte de la punta de la lámpara y que es una entrada de aire para los frenos.
Atrás la defensa es más voluminosa que antes y oculta el tubo de escape. Las luces traseras también muy alargadas y en LED, al igual que la tercera luz de freno ubicada en el spoiler.
Lateralmente los hombros más marcados, le dan un aspecto musculoso, más masculino que la versión anterior. La sensación del techo flotante, tan de moda, también está presente.
Las versiones Advance y Exclusive, vienen con un techo panorámico fijo, que tiene una cortinilla de accionamiento eléctrico.
Mientras el exterior es muy novedoso, el interior es más tradicional, con un diseño que nos recuerda otros modelos de la marca, especialmente en el tablero, que tiene una pantalla vertical, táctil, de 8 pulgadas compatible con Apple CarPlay y con Android Auto, que ofrece información, fácil conexión con el celular y entretenimiento, con una serie de botones redundantes, con los que se complace también a los que prefieren ese sistema sobre el táctil.
Frente al conductor tenemos un cuadro de instrumentos con dos relojes análogos y un centro de información digital de buen tamaño, que se maneja desde unos botones en el timón, que está forrado en cuero y no es completamente circular, pues la base está achatada. El timón se ajusta tanto en altura como en profundidad.
En la consola central tenemos una original palanca de cambios, con el parking mediante un botón y luego botones para el arranque, freno de mano, auto hold y modo Sport de la transmisión. Adicionalmente, para aquellos que les gusta estar siempre conectados tenemos dos puertos USB y dos salidas de 12 voltios.
En la versión Advance, tenemos tapicería en tela, con unos asientos cómodos, con ajustes manuales, donde el del conductor cuenta con ajuste lumbar y de altura. Atrás el espacio es adecuado para tres adultos, donde a pesar del techo panorámico tenemos buen espacio para la cabeza. Para comodidad de los que se sienten allí hay una salida doble del aire acondicionado en la parte trasera de la consola. Nos gustó la facilidad para entrar en esa parte del auto, pues las puertas traseras abren casi a 90 grados.
El baúl tiene una capacidad de 504 litros y bajo la alfombra (de una calidad que no va acorde con el precio del auto) tenemos una llanta de repuesto y las herramientas. El portón trasero en la versión que probamos es manual.
Mecánicamente se prescinde del anterior motor, por uno de última generación, que comparte con Renault, su aliado. Se trata de un cuatro cilindros con 1.3 litros de desplazamiento, que gracias a inyección directa, turbo e intercooler, entrega unos saludables 147 HP y un torque de 250 Nm. La transmisión pese a ser CVT, es distinta (de última generación), con un actuar más rápido y sin mucho ruido. Nos llamó la atención que a pesar de que una transmisión CVT no hace cambios como una convencional, hay dos paletas en el timón que nos permiten hacer cambios en forma manual.
Tras varios años donde la seguridad se medía en términos de tener más de una bolsa de aire, Nissan ha dado un giro de 360 grados y equipa a sus autos nuevos con un paquete muy completo que incluye, en la versión Advance: 6 bolsas de aire, aviso de punto ciego, aviso de tráfico trasero cruzado, asistente de mantenimiento de carril con aviso de salida, aviso de conductor distraído, control crucero inteligente, asistente de descenso, cámara de retroceso, monitor de presión de llantas, control dinámico de estabilidad, limitador de velocidad ajustable, anclajes Isofix, asistente de colisión frontal y discos ventilados de frenos en las 4 ruedas, con ayudas electrónicas.
Para la suspensión se usa un esquema independiente a las 4 ruedas, con McPherson delanteros y un sistema de múltiples brazos atrás, con lo que se consigue un andar muy cómodo y a la vez seguro, mientras que la dirección tiene asistencia eléctrica, lo que permite suavidad y un radio de giro de 5.55 metros, con lo que es fácil moverse en ciudad y en maniobras de estacionamiento.
Aunque el Qashqai es un vehículo diseñado para un uso sobre el asfalto, su altura al piso de 16 centímetros le permite usar caminos de tierra en buen estado, siempre y cuando tengamos cuidado con que no tenemos capacidad para sortear desniveles fuertes, ya que la parte más baja es la defensa delantera.
Esta tercera generación del Qashqai no es una evolución del modelo anterior, sino un cambio total que empieza con una nueva plataforma, un exterior muy llamativo y con un interior con una calidad percibida mayor a la que ya tenía. Si a eso le sumamos una dotación de elementos de seguridad muy completa y un manejo muy agradable y económico, definitivamente se convierte en un duro rival, para la competencia.