TOYOTA C-HR

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ATREVIDO

El SUV compacto, que Toyota necesita para potencia sus ventas de híbridos

Hace unos meses, Toyota nos invitó a Chile para probar toda su gama de vehículos híbridos. En ese evento nos prometieron que pronto Panamá dispondría de una gama completa con esta tecnología. Ha pasado menos de medio año y al promesa se ha cumplido con la llegada del RAV4 híbrido y del C-HR, un nuevo SUV que se añade a la gama y que estaba disponible desde el año pasado en Estados Unidos y Europa, donde ha sido un éxito de ventas.
En el pasado se comentaba que los diseños de Toyota eran blandos y aburridos, con lo que a la hora de crear al C-HR, el equipo de diseño decidió hacer algo totalmente distinto a lo que ofrece la competencia en el segmento de SUV compactos. El resultado es una propuesta estética atrevida, con un auto musculoso y dinámico, que tiene un frente con pocas entradas de aire y lámparas muy rasgadas, un lateral con la apariencia de un dos puertas ya que las maniguetas de las puertas traseras se disimulan el el poste C, unos guardafangos abultados y una parte trasera solida con unas originales lámparas.
El C-HR esta construido sobre la misma plataforma del actual Prius, por lo que no es tan compacto como parece, pues tiene un largo de 4.36 metros y un ancho de 1.79 metros, pero debido a sus formas parece ser más pequeño.
Diseño y calidad, es lo primero que nos viene a la mente al ver el habitáculo, con detalles muy curiosos en el techo y en las puertas, que nos hacen pensar que estamos en un auto de lujo, detalles que no esperabamos encontrar en un Toyota y que más bien parecen de Lexus.
El diseño interior, sigue el lineamiento de la carrocería, con zonas asimétricas y un tablero muy original, con la parte de arriba forrada en cuero. La pantalla central, o más bien el equipo de sonido Pioneer, está en una posición bastante alta, lo que es cómodo.
Nuestro vehículo de prueba venía equipado con tapicería en cuero, pero para aquellos que prefieren la de tela, hay esa opción. Los asientos, tienen controles manuales y son muy cómodos, espacialmente el del conductor que tiene ajuste lumbar eléctrico.
En la consola central, tenemos una palanca de cambios de estilo deportivo, el freno de mano eléctrico, tres botones, más dos portavasos iluminados. Un poco mas arriba los controles del aire acondicionado dual, separados del equipo de sonido.
El espacio en la parte trasera no está mal, un adulto de 1.80 metros de estatura cabrá perfectamente. No tocará con la cabeza y aunque el asiento delantero le quedará cerca, tampoco con las rodillas. Pero entrar si le costará un poco, pues las puertas no abren mucho y la forma del techo hace que podamos golpearnos la cabeza.
El maletero es bastante pequeño, pues en Toyota han decidido ponerle una llanta de repuesto igual a las demás, con lo que se reduce el espacio. Siempre hay la posibilidad de abatir el asiento trasero, pero si vamos 4 en el auto, hay que viajar ligero.
La motorización es a base de un motor eléctrico de 72 HP y un motor de 4 cilindros a gasolina y 1.8 litros de cilindrada con 98 HP. Como Toyota no utiliza el máximo de la potencia de ambos motores cuando funcionan juntos, la potencia máxima que tendremos es de 122 HP. Con esto tendremos una velocidad máxima de 190 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 11.0 segundos.
Mediante un control en el timón, tenemos tres modos de manejo: ECO, Normal y Sport. Un botón adicional en la consola nos permite tener un uso completamente eléctrico. Tanto en ECO como en normal, el auto es suave y silencioso, con reacciones suaves, propias de estar usando mayormente el motor eléctrico. En Sport cambia el comportamiento y el motor eléctrico se usa como apoyo del motor de gasolina, que responde más rápidamente a los impulsos del acelerador.
Donde más a gusto se siente es en ciudad, donde en muchos casos se avanza en modo eléctrico y no hay ni ruidos ni vibraciones. Estas últimas, aunque leves, serán lo que nos permita distinguir que el motor de gasolina entró en funcionamiento y ya si aceleramos a fondo escucharemos el motor.
La suspensión sin ser dura permite rodar a buena velocidad en curvas, con un tacto de dirección muy agradable y una aceleración que permite moverse con agilidad en un uso urbano, donde zigzaguear entre carriles es fácil. Aunque Toyota lo anuncia como un SUV, no es el vehículo que llevaríamos por un camino de tierra en mal estado ya que es tan bajo como un sedán y porque el diseño fue pensado en un uso en carretera, donde la aerodinámica juega un papel importante, que se pierde cuando tenemos un frente muy separado del suelo.
Aunque el panameño sigue teniendo la idea de que el precio de un auto va directamente relacionado a su tamaño, aquí se va a llevar una sorpresa, pues este no es un auto convencional sino un híbrido y aunque tiene muchos de los elementos del Prius, un interior mas lujoso y es un SUV, no es tan caro como este. Ricardo Pérez vende el C-HR desde 29,100 dólares, con todo e ITBM, aunque esta versión que les mostramos se sube hasta los 32,100, porque es la más equipada.
El C-HR no es solo un diseño interesante, que lo es, sino un vehículo con cierto grado de dinamismo, que acompaña a su exterior. Prueba de que un híbrido no tiene porque ser un auto ni estrafalario ni aburrido y que mientras llegan los vehículos totalmente eléctricos, uno híbrido es una excelente alternativa, para el que quiere ahorrar y contribuir al medio ambiente.